FOTOGRAFÍAS CON HISTORIAS
Los objetivos del viaje de la fragata Arapiles vienen reflejados en la R. O.
de 10 de junio de 1871 y citados por el comandante del buque en su artículo
publicado en el Depósito Hidrográfico. En él se dice:
«Habiéndose dispuesto por Real Orden de 10 de Junio último que este
buque hiciese un viaje a las costas de Grecia, Turquía, Egipto Túnez y Argel,
haciendo escala en diferentes islas, como Sicilia, Malta, algunas de las Sporades
y Chipre, con el fin de instruir a los Oficiales y Guardias marinas, de
enseñar nuestra bandera en parajes que no la ven hace ya gran número
de años, y en muchos de los cuales señala la historia gloriosos recuerdos para
nuestra patria, y de conducir una comisión arqueológica que estudie los monumentos
de la antigüedad y recoja colecciones y ejemplares para nuestro
Museo de Madrid, nos encontrábamos listos para emprenderlo en la rada de
Nápoles…» (12).
La comisión arqueológica estaba formada por Juan de Dios de la Rada y
Delgado, jefe del Museo Arqueológico Nacional; Jorge Zammit y Romero,
secretario de la Legación y experto en lenguas, y el académico de San Fernando
Ricardo Velázquez como dibujante. El presupuesto de la comisión no era
ni en mucho holgado, y trajo no pocos quebraderos de cabeza al jefe de la
comisión y al comandante de la fragata para poder comprar las colecciones y
poder llevar a cabo la misión encomendada.
El 7 de julio salieron rumbo a Sicilia con la comisión embarcada. En esta
isla contrataron un práctico para los archipiélagos griegos y el Bósforo. El 11
salieron con rumbo a El Pireo.
Estancia de la fragata en aguas atenienses
Ya en aguas griegas, el comandante de la fragata decidió fondear en las
proximidades de Falero, pequeña población en aquel entonces próxima a El
Pireo y a Atenas, debido a que por esas fechas, pleno verano, y según se citaba
en el derrotero, la zona de este puerto podía sufrir epidemias de fiebres por el
calor. Fueron recibidos por el vicecónsul de España en Grecia, Enrique
Gaspar, que junto a su mujer acompañaron en todo momento a los miembros
de la dotación.
Es muy interesante el libro del médico de a bordo, que cuenta las impresiones
desde el punto de vista de un viajero cualquiera en 1871. En ellas
comenta que, en una excursión a Atenas con otros oficiales de la dotación
y el vicecónsul, tomaron el tren, inaugurado en 1869, desde Falero a
(12) GARCÍA DE TUDELA, I.: op. cit., p. 1.
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