TEMAS PROFESIONALES
80 por 100 restante resulta más difícil de detectar. Entre estas últimas, se
encuentran competencias relacionadas principalmente con el comportamiento,
valores, actitudes y aptitudes. Es el denominado por muchos autores como
modelo del iceberg.
El elemento humano es probablemente el recurso más valioso en la actualidad,
dado que a diferencia de la mayoría de los otros recursos, este es difícilmente
imitable a la hora de intentar contrarrestar su ventaja competitiva, y
ante esta evidencia la gestión del talento cobra una especial importancia, ya
que de su fiabilidad dependerá, entre otras cosas, que podamos identificar a
los mejor preparados para realizar determinado tipo de trabajos y a los que
consideramos que pueden tener mayor potencial de mejora.
Para poder efectuar una buena gestión del talento, lógicamente es fundamental
encontrar primero dónde se encuentra, de qué tipos de talento disponemos
y dónde deberíamos ubicar cada uno de ellos.
Pero no solo la Armada debe conocer todo esto, sino también individualmente
cada persona, y es ahí donde juega un papel fundamental la orientación
profesional que se le ofrezca a cada individuo. El que sabe cuáles son las facetas
en las que puede destacar, es natural que se plantee ocupar un puesto
relacionado con las mismas, y de conseguirlo, probablemente su nivel de
motivación por lo que hace aumentará notablemente.
Resulta, pues, evidente que si somos capaces de orientar a una persona
para que dirija su carrera de una forma más eficiente, es decir, donde por sus
características consideramos que su desempeño alcanzará un nivel superior,
estaremos aportando al propio individuo una información muy valiosa para su
posterior valoración de desempeño, y a la propia Armada para una buena
gestión del talento.
Por otra parte, la Armada, como la mayoría de las empresas de hoy día, se
enfrenta al reto de la transformación digital y, en línea con el plan de acción
del documento Visión Armada 4.0. (La inexcusable transformación digital),
debe efectuar el procesado digital de toda la información posible y almacenarla
en una base de datos única de referencia que garantice la unicidad de los
datos («dato único»).
Para dar cumplimiento a lo anterior, resulta fundamental disponer de una
buena base de datos, lo más fiable posible y también con un buen nivel de
digitalización y automatización, para obtener unas buenas conclusiones y
reducir a su vez los posibles errores que puedan cometerse al manejar manualmente
gran cantidad de información.
Los tres pilares fundamentales en los que considero que hay que basarse
para una buena gestión del talento por competencias son, por lo tanto, los
comportamientos asociados a cada una de ellas, las descripciones de los puestos
de trabajo y finalmente una buena herramienta de procesado digital de
toda la información.
656 Mayo