El frustrante telón de fondo del conflicto
TEMAS PROFESIONALES
Muchos analistas coinciden en describir este escenario, marcado por casi
una década de continuos enfrentamientos armados que han implicado a múltiples
actores locales y foráneos, como el típico de una guerra civil, que podemos
subdividir en tres etapas. La primera fue la que llevó al derrocamiento de
Gadafi en 2011, y que habría terminado en el momento en que el antiguo líder
murió linchado en Sirte el 20 de octubre de aquel año, aunque la violencia no
desapareció. La segunda sería la que estallaba tras las elecciones generales de
2014, que llevaron a partir el país en dos, con un ejecutivo en Trípoli y otro en
Al Baida, localidad de la provincia oriental del país, la Cirenaica. y la tercera,
y todavía vigente por la envergadura de sus enfrentamientos, sería la iniciada
el 4 de abril de 2019 cuando el mariscal Jalifa Haftar se lanzó con su Ejército
Nacional Libio (ENL) a la conquista de Trípoli, objetivo aún no logrado un
año después.
El Gobierno de Unión Nacional (GUN), ubicado en Trípoli y reconocido
por la ONU, a cuyo frente está el presidente Fayez Al Sarraj, trata de neutralizar
el intento de Haftar, contando para ello con la ayuda firme de Turquía, que
activó en diciembre un acuerdo de cooperación en el ámbito de la Defensa
con dicho Gobierno (4). Haftar, por su parte, cuenta con ayuda con intensidades
diversas de Rusia, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Jordania y
Egipto, entre otros, e intenta hacerse con el poder en nombre del Gobierno de
Al Baida surgido de los comicios de 2014, pero que tuvo que abandonar precipitadamente
Trípoli ante la violencia lanzada contra él (5). Sus dos principales
instituciones están ubicadas en la localidad costera de Tobruk, el Parlamento
dirigido por Aguila Saleh, y el ejecutivo en Al Baida y liderado por Abdullah
Al Thani.
Aparte del apoyo brindado por actores estatales a uno y a otro bando, la
peculiar realidad libia obliga a inventariar apoyos prestados por actores no
estatales varios: al ENL de Haftar le apoyan desde fines de 2019 centenares de
miembros de la compañía de seguridad privada rusa Wagner —entre 300 y 600
según las fuentes— y de 800 a algunos miles de combatientes sudaneses (6). El
GUN ha venido recibiendo en Trípoli ayuda en efectivos y material militar de
Turquía o canalizados por este Estado, tanto por mar como por vía aérea, y
por esta última habría recibido en meses recientes la llegada de alrededor de
2.000 combatientes islamistas procedentes de Siria y que habrían pasado en su
(4) KIRKPATRICK, David D.: «As Rivals Fight for Control of Libya: Erdogan Says Turkey
May Jump In», The New York Times, 10 de diciembre de 2019.
(5) FABRICIUS, Peter: «Russia throws more weight behind Haftar in Libya», Institute for
Security Studies (ISS), 10 de noviembre de 2019.
(6) EVANS, Michael: «Russia given free rein to enter Libya», The Times, 7 de noviembre de
2019.
2020 911