VIVIDO Y CONTADO
En el backstage. (Fuente: LPD Galicia).
Lo que pudieron hacer no fue poco, pero requirió planeamiento y esfuerzo.
En primer lugar, hubo que vencer las reticencias de los soldados a cambiar las
galas terrestres reglamentarias de Fonsi, con su gorrillo legionario, por otras
navales. Les preocupaba la reacción posterior de su teniente coronel jefe, que
viajaba al Líbano en avión y, por tanto, era ajeno al espíritu de confraternización
que se respiraba a bordo. El segundo comandante les habló de la tradición
naval de especial atención a los neófitos y de su reflejo en ceremonias
consolidadas desde mucho tiempo atrás, como la del paso del ecuador. Les
comentó cómo el mismo Sancho Panza fue obsequiado con un vuelo de popa
a proa por una banda y vuelta por la otra de una galera, sustentado por los
brazos de los galeotes, con ocasión de la visita de su señor a las naves fondeadas
en la playa de Barcelona. Argumento este último muy bien traído, pues la
base en la que iban a instalarse los soldados se denominaría «Miguel de
Cervantes». Fuera por esta razón o por otra cualquiera, el caso es que los
legionarios, muy generosamente, accedieron a colaborar.
Junto a tres miembros de la dotación, procedieron a vestir a Fonsi entre los
contenedores de la cubierta de vuelo, improvisado backstage para la ocasión,
sin el glamur del Madrid Fashion Week, pero con parecido nerviosismo y
956 Junio