histórico canadiense, que inició los trabajos
en busca del pecio, que finalmente fue encontrado
en 1978 —413 años después de su
hundimiento— casi intacto debido a las bajísimas
temperaturas de sus aguas y ¡a solo
diez metros de profundidad y muy cerca de la
costa! ¿Cómo estando tan cerca nadie lo
había descubierto? La respuesta es muy
simple: allí nadie sabía nadar; para qué iban a
saber nadar si no hay posibilidades de sobrevivir
en aguas con una temperatura media de
dos grados.
El buen estado del pecio aportó una
valiosísima información sobre construcción
naval de la época, y actualmente está en
marcha la réplica de la nao en la localidad de
Pasajes —enmarcado dentro del proyecto
Capitalidad Cultural Europea 2016—, de
donde partió hace unos 500 años la San Juan
rumbo a Terranova.
25.224.—El mapa de Selden
Se trata de una carta
náutica china de la época
de la dinastía Ming, de
158 x 96 cm, en la que se aprecian los derroteros
de las rutas comerciales marítimas entre
más de sesenta puertos de China, Japón,
India, Corea y Sudeste Asiático. Es un ejemplo
único de la cartografía comercial, ya que
muestra una red de itinerarios que enlazan
con más de medio mundo a partir de Quanzhou
como puerto clave.
El mapa fue descubierto por el sinólogo
Robert Bachelor en 2008 cuando indagaba
sobre otros asuntos en la Biblioteca Bodleiana
de Oxford. Aunque no se sabe de dónde
procede, se barajan diferentes hipótesis:
según Bachelor, podía formar parte del botín
obtenido por el HMS Elizabeth, de la Compañía
de las Islas Orientales, en el asalto a una
embarcación de contrabando de un mercader
chino. Otra atribuiría su propiedad al capitán
británico John Saris, uno de los comerciantes
más importantes que formaron parte de la
primera expedición de la Compañía a Japón,
que posiblemente lo obtendría como pago de
una deuda.
La carta recibió este nombre en honor de
John Selden (1584-1654), afamado abogado
Mapa de Selden. (Foto: internet).
y orientalista británico, que reunió una fabulosa
colección de libros, manuscritos y tesoros
arqueológicos que a su muerte pasarían a
formar parte de la Biblioteca Bodleiana.
25.225.—Narciso Monturiol
Además de ser el inventor
del primer submarino
tripulado, Monturiol
fue un gran humanista del siglo XIX, ingeniero,
intelectual, político, pintor... En sus
comienzos fue tipógrafo y fundó el periódico
La Fraternidad, en el que divulgó el modelo
de utopía urbana que propugnaba Étienne
Cabet en su obra Viaje a Icaria —también
Robert Owen, Fourier o, en España, Rovira,
Montaldo y él mismo—, fundamentado en un
modo de convivencia contrario al que había
provocado industrialización y que se basaba
MISCELÁNEAS
968 Junio