Esquema de funcionamiento del Fondo Europeo de Defensa. Los fondos que aparecen en el
gráfico eran los previstos antes de la pandemia. (Imagen: UE)
revista de aeronáutica y astronáutica / noviembre 2020
846 panorama de la OTAN y de la PCSD
FONDO EUROPEO DE DEFENSA
La crisis de la COVID-19 ha planteado
un desafío de proporciones
históricas para Europa. La Unión Europea
(EU) y sus Estados miembros
(EM) han tenido que adoptar medidas
de emergencia para proteger
la salud de los ciudadanos y evitar
el colapso de la economía. En ese
marco, el Consejo Europeo mantuvo
una reunión extraordinaria los días
17,18,19, 20 y 21 de julio. En las conclusiones
de la reunión se recogen
las ideas que inspiraron el histórico
compromiso a que llegaron los jefes
de Estado o Gobierno de la Unión y
las decisiones tomadas. «Lentamente,
estamos saliendo de la grave crisis
sanitaria. Aunque sigue siendo
necesario extremar la vigilancia de
la situación sanitaria, ahora la atención
se desplaza a mitigar los daños
socioeconómicos. Esto requiere un
esfuerzo sin precedentes y un planteamiento
innovador que impulsen
la convergencia, la resiliencia y la
transformación en la UE. A petición
de los jefes de Estado o de Gobierno,
la Comisión presentó a finales
de mayo un paquete de medidas de
gran alcance que aunaban el futuro
marco financiero plurianual (MFP)
y medidas específicas de recuperación
en el marco de Next Generation
EU. A partir de las amplias consultas
que ha mantenido el presidente del
Consejo Europeo (CE) y de los trabajos
realizados en el Consejo, las
conclusiones presentan una solución
equilibrada que atiende a los
intereses y las posiciones de todos
los Estados miembros. Se trata de
un paquete ambicioso y exhaustivo
que reúne el clásico MFP junto con
medidas extraordinarias de recuperación
destinadas a hacer frente a
los efectos de una crisis sin precedentes,
atendiendo al interés superior
de la UE».
Aunque la financiación para el Fondo
Europeo de Defensa estuvo en
peligro durante las negociaciones, la
llegada de la pandemia y sus consecuencias
amenazaron aún más dicha
financiación. Tras la mencionada reunión
extraordinaria del CE, el MFP
para el período 2021-2027 ha quedado
estructurado en siete rúbricas,
siendo la 5 la dedicada a programas
de seguridad y defensa teniendo en
cuenta la nueva situación geopolítica
y las nuevas prioridades políticas de
la UE.
Rúbrica 5, Seguridad y Defensa:
Entre las acciones previstas en esta
rúbrica se encuentran las relacionadas
con seguridad interior, respuesta
a crisis y el desmantelamiento de
centrales nucleares, además de otras
acciones en el ámbito de defensa. El
montante de los compromisos para
esta rúbrica no excederá de 13 185
millones de euros.
En Seguridad, se dedicarán 1075
millones de euros al Fondo de Seguridad
Interior. Además, se apoyará la
seguridad nuclear con ayudas específicas
para el desmantelamiento de
tres centrales nucleares: 490 millones
durante el período 2021-2027
para la central de Ignalina (Lituania);
50 millones durante el período 2021-
2025 para la central de Bohunice
(Eslovaquia), y 57 millones durante
el período 2021-2027 para la central
nuclear de Kozloduy (Bulgaria).
Además, se destinarán 448 millones
a la seguridad nuclear en general.
Por otra parte, el importe destinado
a Europol será, en términos reales,
como mínimo un 10 % superior al nivel
de 2020.
En Defensa, la financiación incluirá
una contribución financiera de 7014
millones de euros para el Fondo Europeo
de Defensa, cuyo objeto es
promover la competitividad, la eficiencia
y la capacidad de innovación
de la base industrial y tecnológica
europea de la defensa. Para ello se
facilitarán ayudas para acciones colaborativas
y de cooperación transfronteriza
en toda la Unión, en todas las
etapas del ciclo industrial de los productos
y tecnologías de defensa. El
programa garantizará la participación
de empresas de defensa de todos
los tamaños (incluidas las pymes y las
empresas de mediana capitalización).
De ese modo, se reforzarán y se mejorarán
las cadenas de suministro de
la defensa. Se contribuirá así a la autonomía
estratégica de la UE y se aumentará
la capacidad de trabajar con
socios estratégicos y de apoyar proyectos
coherentes con las prioridades
definidas en común por los EM. Todo
ello, en el marco de la política exterior
y de seguridad común (PESC) y especialmente
en el contexto del Plan de
Desarrollo de Capacidades.
Por otra parte, para adecuar las redes
transeuropeas de transporte a las
necesidades de movilidad militar, se
destinará una contribución financiera
de 1500 millones de euros al mecanismo
«Conectar Europa».