884 dosier relaciones ETAC & EATC
revista de aeronáutica y astronáutica / noviembre 2020
Pero, el lector se podría preguntar a qué se debe esta
dicotomía, si parece lógico que ante mismos objetivos y
similares funciones las dos organizaciones se deberían
fundir en una. La respuesta no es fácil y hay que buscarla4
en la forma en que se generaron ambas organizaciones:
El EATC comenzó siendo una iniciativa bilateral entre
Alemania y Francia a la que se unieron desde su fundación
(2010) Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos. En
una posterior fase de ampliación, España e Italia (2014)
pasaron a formar parte del EATC. En ese momento se
decide congelar el proceso de nuevas adhesiones hasta
consolidar el proyecto del Mando Europeo de Transporte
Aéreo, sobre todo en sus procedimientos de decisión.
Además, el Mando Europeo de Transporte Aéreo presentaba
unas serie de dificultades tanto legales (falta de entidad
jurídica y necesidad de modificación de su Acuerdo
Técnico de creación para establecer una relación especial
con aquellas naciones no EATC), como logísticas (no tiene
una base como propia ni unas instalaciones operativas
similares a las de una nación anfitriona) para comprometerse
con la creación del centro.
El Programa de Transporte Aéreo Táctico nace de la
iniciativa de la Agencia de Defensa Europea (European
Defence Agency, EDA), la cual promueve el desarrollo
de la flota europea de transporte, como ya ha sido
explicado en artículos previos a este dosier. Solicitó al
EATC el personal experto para formar el núcleo principal
de planeamiento, y a España su espacio aéreo, sus
instalaciones y su apoyo para dar los primeros pasos.
Como todo proyecto EDA, la gestión del mismo, una vez
maduro, debe pasar a un estado miembro del proyecto
o a una organización que incluya el mayor número
de participantes. Es en ese momento
cuando España, siendo la
nación anfitriona de la mayoría
de los eventos iniciales, y posiblemente
de los futuros, da un
paso más al frente y propone su
candidatura como nación anfitriona,
tanto del programa como
del centro. La solución a la que
se llega es instalar el centro en
Zaragoza con 11 personas en
su organigrama, dos de las cuales
serán proporcionadas por el
EATC. El tiempo ha demostrado
que, si bien se consiguió avanzar
en el programa, no fue la solución
ideal puesto que, aún hoy,
no se ha llegado al consenso
completo de cómo integrar a las
dos personas del mando en la
estructura del centro.
Es por ello que en los próximos años se deberán dar los
pasos para conseguir la coordinación «fina» de estas dos
organizaciones independientes pero interrelacionadas.
Se deberán buscar consensos entre todos los miembros
del programa, tanto los que pertenecen al mando como
los que no, teniendo en cuenta un gran número de variables
como son:
− el nivel de ambición del programa,
− el compromiso de las naciones, en especial con respecto
la dotación de personal,
− las sinergias buscadas y las duplicidades existentes,
− los costes totales de funcionamiento,
− la sincronización entre las operaciones reales y el entrenamiento
y adiestramiento relacionado.
Una idea interesante sería desarrollar y adaptar el
concepto OTAN de unidad apoyada/unidad que apoya
(supported/supporting relationship5) a la relación que
debe existir entre el centro (organización apoyada) y el
mando (organización que apoya). La palabra adaptar es
clave en el contexto al que se refiere este párrafo. Hay
que entender que las relaciones de mando y el resto
de relaciones definidas en el AJP-3 se refieren a las ya
existentes o aquellas que pudieran existir dentro de una
misma organización muy específica y compleja como
es la OTAN. Cuando nos referimos a organizaciones diferentes
se suele hablar de acuerdos de colaboración,
pero sería interesante estudiar su desarrollo en base a
los criterios y variables establecidas en el concepto supported/
supporting relationship. Si bien en al ambiente
OTAN suele ser el propio SACEUR o el mando operacional
designado quien define y establece dicha relación
dentro de su marco temporal, su alcance u otras varia-