Lanzamiento de misiles balísticos Fateh-110 en Irán durante el ejercicio «Gran Profeta-7»
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de los aparatos en la base de Al Taqaddum,
a unos 25 minutos de vuelo hacia
el oeste desde Taji.
Desde el Tactical Operations Center
de la TF Toro se conduce la misión
para los cuatro helicópteros españoles
del movimiento aéreo desde Taji
hasta Al Taqaddum con gafas de visión
nocturna (GVN) y junto con un número
cercano a las 20 aeronaves volando en
la misma dirección. La coordinación y
las comunicaciones fueron realmente
complicadas para evitar una colisión
entre aeronaves, tanto en el despegue
desde Taji como en el vuelo y el aterrizaje
en la base de destino. En total,
22 helicópteros se estacionaron en
una pequeña pista de unos 500 metros,
con apenas 3 metros de separación
entre aeronaves y quedando
siete helicópteros AH64 Apache fuera
del recinto de la base por falta de espacio.
Finalmente, nuestros helicópteros
y sus tripulaciones estaban en
tierra, quedando un HT17 y un HT27
en la base de Besmayah y dos HT17 y
dos HT27 en la base de Al Taqaddum.
Una vez ejecutada la dispersión de los
helicópteros y que todos se encontraban
en tierra, quedaba organizar
al personal que permanecía en Camp
Taji, ya que no hay que olvidar que la
alerta inicial era contra esta base. El
jefe de la TF Toro dio la orden de que
el personal de la célula de operaciones
quedara activado 24 horas en el
Centro de Operaciones Tácticas y que
el resto de personal permaneciera en
sus alojamientos, minimizando los
movimientos hasta nuevo aviso. Era lo
normal, teniendo en cuenta la amenaza
más probable, que era la de ataque
por fuego indirecto, ya que los alojamientos
tienen un grado de protección
contra este tipo de ataques que
el edificio de trabajo de ISPUHEL no
tiene. A los pocos minutos de que el
jefe de operaciones y JEISPUHEL hubieran
terminado el EVENTREP1 correspondiente,
sonó por la megafonía
de la base la voz «incoming, incoming,
incoming», que es la que avisa de un
ataque por fuego indirecto sobre la
base. Todos nos dirigimos lo más rápido
posible a los búnkeres o refugios
más cercanos que teníamos, tal
y como habíamos ensayado en varias
ocasiones. No se oía ningún impacto,
al menos en las cercanías de nuestras
posiciones. Al cabo de unos minutos
se escuchó por megafonía «shelter
in place», para que todo el personal
permaneciera a cubierto excepto el
personal designado para recabar las
novedades. Toda la TF Toro estaba
controlada y sin novedad. A los pocos
minutos, sobre la 01:00 del día 8 de
enero, se escuchó «all clear», avisándonos
de que el peligro había pasado
por el momento. Sin embargo, esa
sensación de alivio duró muy poco y
seguidamente volvió a sonar la voz
que alertaba de un ataque por fuego
indirecto. Procedimos de igual manera;
el único cambio que se percibió fue
que 5 minutos después sonaba «go to
the bunker» de manera continua. Gracias
al Chat Surfer, una aplicación de
la Coalición para avisar de los eventos
en tiempo real durante la conducción
de operaciones, supimos a qué se debía
el cambio. «TBM inbound to Taji»,
se pudo leer en la pantalla del ordenador
del Centro de Operaciones Tácticas.
Irán había cumplido su amenaza
y había lanzado misiles balísticos tácticos
contra las bases de la Coalición
en Iraq.
Mientras tanto, las tripulaciones que
se encontraban en la base de Al Taqaddum
ya habían establecido contacto
con el personal español del Special
Operations Task Group (SOTG) que
operaba en la base de Al Taqaddum,
pero allí no estaban en mejor situación.
Esa base también había recibido
una amenaza sin determinar y todo
el personal que no estaba dando seguridad
perimetral se encontraba en