LAS CAPACIDADES RUSAS
DE GUERRA ELECTRÓNICA
Y SUS IMPLICACIONES
ESTRATÉGICAS
Vladimir Putin con el presidente sirio Al Assad en la Base Aérea de Khmeimim en Siria
El empleo de una amplia gama de sistemas de guerra electrónica rusos en el conflicto
sirio incrementó los temores aliados ante la posibilidad de que estos pudieran erosionar
la estrategia militar de la OTAN en el este de Europa, cegando sensores, paralizando
los ciclos de decisión y degradando las capacidades de ataque y defensa. El presente
artículo tiene el objetivo de arrojar luz sobre esta preocupación
María Cristina Marzal Ruano
Máster en Seguridad
Internacional. Doctora en
Seguridad Internacional
Guillem Colom Piella
Doctor en Seguridad
Internacional
A pesar de la relevancia del espectro
electromagnético y su importancia
para la guerra moderna, durante
los últimos 20 años ha sufrido cierto
olvido, en parte debido a la consolidación
del ciberespacio como quinto
dominio de las operaciones. Esto, sin
embargo, cambió en abril de 2014,
cuando un avión ruso SU-24 Fencer,
equipado con un sofisticado sistema
de guerra electrónica, realizó una
serie de vuelos a baja altura sobre el
destructor estadounidense USS Donald
Cook durante su periplo por el
mar Negro, supuestamente inhibiendo
todos sus equipos electrónicos,
desde sensores y equipos de comunicación
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hasta su sistema de defensa
Aegis. Aunque esta noticia fue ampliamente
difundida en la prensa rusa
y en varios medios occidentales, posteriormente
se confirmó que era falsa.
Sin embargo, la intervención rusa en
el este de Ucrania y en Siria, así como
el funcionamiento de los sistemas de
guerra electrónica cerca de los países
de la Alianza Atlántica y de la Unión
Europea (incluida la interferencia de
señales GPS), mostraron tanto el grado
de dependencia occidental en el
espacio radioeléctrico (especialmente
entre los 9 KHz y 3000 GHz) como
los importantes avances realizados
por Rusia en las capacidades de guerra
electrónica.
A diferencia de la intervención en
Ucrania, donde la guerra electrónica
rusa parecía priorizar el apoyo a las
fuerzas terrestres y combinar las capacidades
cibernéticas, de información
y electromagnéticas para pulir,
quizás, su guerra informativa, en el
escenario sirio esta se ha centrado en
el uso de drones para obtener inteligencia
electrónica y bloquear las limitadas
capacidades C4ISR de las fuerzas
opositoras a Assad. Sin embargo,
Rusia también ha utilizado sus capacidades
de guerra electrónica contra
los medios de obtención de inteligencia
occidentales (desde aviones de
reconocimiento y drones hasta satélites
de observación en órbitas terrestres
bajas), incluyendo la falsificación
(spoofing) de sus señales de GPS.
Estas actividades han generado cierta
preocupación en muchos ámbitos,
especialmente en las filas de un Ejército
de Tierra estadounidense cada