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carácter individual, y constituyendo
o completando unidad en los diversos
escenarios, bajo mandatos de
la ONU, OTAN, UE, siendo los más
destacados en Bosnia y Herzegovina
(junio de 1997-noviembre de 2010),
Kosovo (septiembre de 2003-septiembre
de 2009, Afganistán (mayo
de 2002-mayo de 2015) e Irak (junio
de 2003-noviembre de 2019).
LOS ESPECIALISTAS
EN EL RT-1
Desde su creación en el año 1996, con
una plantilla inicialmente deficitaria,
ya contaba el RT-1 en su compañía
de PLM con el embrión de lo que más
tarde se constituiría en una potente
sección de mantenimiento.
Oficiales, suboficiales y tropa de las
diferentes especialidades organizaron
sus segundos escalones de mantenimiento,
procedentes del Batallón
de Transmisiones II/1 del RING-1,
pensados y dimensionados para dar
servicio a una unidad de tipo batallón
que se movía y maniobraba en territorio
nacional, con materiales prácticamente
obsoletos, que en breve espacio
de tiempo afrontarían el reto de
apoyar a una estructura de regimiento
con dos batallones. En su constitución,
nuevos materiales en dotación y
desplegado fuera de nuestras fronteras.
«Mantener operativa la nueva red de
transmisiones que contaba con centrales
telefónicas automáticas, radioenlaces
digitales, estaciones de radio
con salto de frecuencia, terminales
de enlace vía satélite, equipos de videoconferencia,
gestores de ancho de
banda y gran variedad de cables de datos
y fibra óptica».
¡Todo un reto!
La dotación del SIMACET supuso la
necesidad de administrar las redes de
datos y mantener los equipos informáticos,
con lo que aparecen en escena
en el RT-1 los especialistas de informática,
no solo de gestión, sino también
de administración de redes y mantenimiento
de hardware y software.
A toda esta transformación de los materiales
de transmisiones le acompaña
una renovación completa del parque
móvil. Llegan vehículos nuevos para el
transporte de los equipos, la gran mayoría
con cambio automático y con una
importante componente electrónica.
Esto obliga también a los especialistas
de automoción a ponerse al día en las
tareas de mantenimiento y adaptación
de los talleres a los nuevos métodos y
materiales.
Por cambiar, hasta el armamento individual
ha sido sustituido por el moderno
fusil de asalto HK, con la consiguiente
adaptación del personal de
mantenimiento.
Sin olvidar a las especialidades de administración
y abastecimiento que, en
su responsabilidad, han tenido que
aprender a gestionar con diferentes
órganos administrativos y financieros,
nacionales e internacionales y adaptarse,
en tiempo récord, a la evolución
y modernización de los procedimientos
administrativos y de gestión de recursos,
tanto humanos como materiales
o financieros.
También el personal del cuerpo de sanidad
militar, implicado en el día a día
de la unidad, ha contribuido con su dedicación
y especial preparación, participando
en todas y cada una de las vicisitudes
del Regimiento en ejercicios,
despliegues internacionales o misiones
de paz, adaptándose en cada momento
a la situación.
«La gran capacidad de adaptación a
los cambios de dependencia orgánica,
materiales de dotación y escenarios de
actuación, unido a una continua evolución
de las técnicas y procedimientos,
ha contribuido a que el RT-1 se encuentre
entre las unidades punteras
de Ejército español».■
Acto de integración del BT II en el RT-1