TEMAS PROFESIONALES
somera visión del futuro más inmediato de las fuerzas anfibias en la OTAN, y
a continuación me centraré en el marco nacional. No es mi intención hablar de
las operaciones sin mantener el anclaje en «la herramienta»: las propias fuerzas
y sus medios. El objetivo es ofrecer unas ideas generales que favorezcan
las reflexiones de los lectores.
Fuerzas anfibias en el marco de la OTAN
Con la evolución del escenario estratégico en la región euroatlántica en los
últimos años, donde la OTAN ha retomado su recelo hacia Rusia por su política
y acciones en los países de su esfera de influencia y en otras zonas de interés,
las capacidades anfibias se encuentran en «pleno auge» en el seno de la
organización. Muestra de ello es la reunión que se celebró el pasado mes de
febrero en Bruselas, la primera del NATO Amphibious Leaders Expeditionary
Symposium (NALES) (21), una iniciativa que pretende avanzar en el desarrollo
y sinergias de las capacidades anfibias de las naciones aliadas.
Otro indicador de este interés en potenciar estas capacidades y de paso
lanzar un mensaje a Rusia fue el ejercicio BALTOPS-19 (22) en aguas del
Báltico, donde el componente anfibio tuvo un peso considerable dentro de la
totalidad de actividades realizadas. Pero no solamente el objetivo de la OTAN
se circunscribe al Báltico, pues son numerosos los intereses que existen en
otros escenarios para no perder posiciones frente a las ambiciones rusas: mar
Ártico, Groenlandia, mar Negro y Mediterráneo.
La Alianza está inmersa en revisar el papel que las fuerzas anfibias pueden
desarrollar en los contextos mencionados. Dentro de las líneas de desarrollo,
se plantea la creación de una fuerza anfibia permanente, al igual que ya existen
los grupos de escoltas y cazaminas, de manera que se disponga de una
capacidad de respuesta rápida y creíble como herramienta para contrarrestar
las amenazas presentes y futuras.
El nuevo enfoque de la OTAN trata de utilizar las fuerzas anfibias como
herramienta disuasoria y con capacidad de respuesta inmediata, pero ello
implica, en primer lugar, establecer el grado de ambición en cuanto a la entidad
de estas y, por otro lado, fijar el nivel adecuado de mando y control que
resulte eficaz en un tipo de operaciones que engloban una complejidad considerable,
un reto nada fácil.
En la actualidad la Fuerza Anfibia de la OTAN se encuadra en las denominadas
IFFG (Initial Follow-on Forces Group) y en las FFG (Follow-on Forces
(21) https://mc.nato.int/media-centre/news/2020/maritime-commander-joined-by-natoamphibious
leaders.
(22) https://www.nato.int/cps/en/natohq/news_166717.htm.
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