DE LAS ARMAS DEL FUTURO:
HIGH ENERGY LASER Y RAIL GUN
Introducción
ESTADO DEL ARTE
Alfonso ROJO LAHUERTA
(Ing.)
RCO, catapulta, arcabuz, fusil, mortero, cañón,
misil… la humanidad lleva toda su historia desa-rrollando
sistemas que le permitan defenderse y
atacar al enemigo desde distancias cada vez más
seguras. Para que un nuevo sistema sustituya al
anterior debe, evidentemente, mejorar las capaci-dades
de sus predecesores. Por ello, se tienen en
cuenta aspectos como la distancia eficaz, la preci-sión,
tipo de amenaza a la que se enfrenta, caden-cia
de disparo, capacidad destructiva, facilidad de
manejo y, por supuesto, el coste.
La cantidad de amenazas aéreas a las que se
enfrenta un buque hoy en día es enorme, entre
otras, misiles anti-buque, proyectiles de artillería,
UAV (vehículos aéreos no tripulados) y aviones
de combate, por lo que se necesita un arma capaz de aunar una alta capacidad
destructiva (debe ser capaz de inutilizar un misil) con un bajo coste (no se
puede gastar mucho dinero en derribar un UAV). Es en este escenario donde
encaja el High Energy Laser (HEL).
No obstante, un buque no se puede limitar únicamente a tener la capacidad
de defenderse. Es necesario que implemente también capacidades ofensivas
que le permitan disuadir al enemigo de emprender acciones hostiles, y la arti-llería
ha gozado siempre de una posición privilegiada en este punto. De los
cañones de 36 libras que montaba nuestro Santísima Trinidad se ha pasado a
otros que disparan una amplia gama de proyectiles. Sin embargo, todos ellos
han sido similares en un aspecto: la pólvora, que ha sido siempre el material
que, mediante su deflagración, ha impulsado al proyectil. Por ello, resulta tan
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