Dionisio HUELIN MARTÍNEZ DE VELASCO
(Retirado)
El fracaso es solo la oportunidad de comenzar
de nuevo de forma más inteligente.
Henry Ford
RES fueron a mi juicio los fiascos que sufrimos en
la Armada durante la segunda mitad del pasado
siglo XX:
— Los nueve destructores de la clase Audaz
(Audaz, Osado, Meteoro, Furor, Rayo, Ariete, Teme-rario,
Intrépido y Relámpago).
— Los tres destructores de la clase Oquendo
(Oquendo, Roger de Lauria y Marqués de la Ense-nada).
— Los catorce dragaminas de la clase Bidasoa
(Bidasoa, Nervión, Lérez, Tambre, Guadalete, Segu-ra,
Ter, Guadiaro, Tinto, Eume, Almanzora, Navia,
Guadalhorce y Eo).
Los llamo fiascos, entre otras razones, porque si la vida de un buque de
guerra está genéricamente diseñada para 30 años de servicio, estos tres tipos
de barcos, como enseguida veremos, dejaron mucho que desear en ese sentido
y, en consecuencia, quedó demostrada una gran ineficiencia en la construcción
naval militar española de aquellos años. Y por lógicas razones de espacio de la
REVISTA, me voy a centrar solo en los dos primeros fiascos, ya que de hacerlo
en los tres alargaría en demasía la extensión del artículo. Quizá me anime más
adelante a hablar del fiasco de esos dragaminas.
FIASCOS NAVALES ESPAÑOLES
EN EL SIGLO XX
2021 225