Acceso de la mujer a Tropa Profesional
La mujer también tuvo ocasión de acceder
como soldado profesional de armas, opositando
para las vacantes que se ofertaban e incorporándose
a los centros de formación, donde
realizaban el periodo básico de instrucción. Pilar
Martín de la Sierra, con 22 años, ingresó en 1995
en el Centro de Formación de Voluntarios Especiales
Nº 1 (CEFIVE), en Rabasa. En su sección
había cuatro mujeres y las alojaron en un módulo
independiente con camaretas con servicios y
duchas. Les dieron la uniformidad de paseo con
falda, zapatos de tacón y bolso, pero solo la utilizaron
el día que se despidieron, y recuerda el “sujetador
verde ortopédico”. Sus mandos fueron un
capitán, un alférez de IMEC, un sargento 1º y dos
cabos 1º, que les dispensaron el mismo trato que
a sus compañeros, “sin piedad”, pero aquel trato
igualitario hizo que la relación con sus compañeros
fuera muy buena. En la Brigada de Caballería
Castillejos la Cabo 1º Martín coincidió con
soldados de reemplazo, con los que tuvo buena
relación y aprobó los carnets de Transporte Oruga
Acorazado (TOA), Vehículo de Exploración de
Caballería (VEC), Blindado Medio Ruedas (BMR),
camión y remolque. Recuerda que en los exámenes
notaba que todo el mundo estaba pendiente
de ella y un sargento examinador le dijo
con mucha condescendencia “bien...baja...”
porque había aprobado. Comenta la Cabo 1º
Martín, que hay dos tipos de militares, el padre,
que todo lo consiente, y el macho alfa, y que la
mujer siempre tiene que demostrar que hace las
cosas bien, ya que al hombre se le supone. Si una
mujer hace algo mal… “mujer tenía que ser...”,
porque siempre te están observando.
Reservistas voluntarias
La vía del Reservista Voluntario (R.V.) abrió la
puerta a muchas profesionales, que quisieron experimentar
Personal sanitario de la AGM en el Puesto de Socorro del Campamento de Mª Cristina. La teniente enfermera Mª Grau con gafas.
Foto Luis Arcarazo
lo que suponía incorporarse a las FAS.
En la organización de todo lo concerniente a los
R.V. intervino el teniente coronel José Luis Rodríguez,
ya que la OTAN advirtió que al quedar en
suspenso el servicio militar obligatorio, España se
iba a quedar sin reservistas, habiendo sido uno
de los países con mayor número de ellos. Por su
parte, la DIGEREN le encargó un plan de instrucción
para los R.V. de Cuerpos Comunes, por lo
que propuso un mes de instrucción, aunque solo
le admitieron 15 días. El teniente coronel Rodríguez
fue instructor de R.V. de 2004 a 2008 con los
que no tuvo ningún roce, ya que se encontró con
gente mayor, universitarios con años de experiencia
laboral en la vida civil. El periodo de instrucción
contemplaba orden cerrado, educación física,
conferencias sobre temas militares, ejercicios
de tiro y una marcha larga por la Sierra de Guadarrama,
en la que ninguna alumna rezagada
consintió que la montaran en un vehículo, porque
36 Armas y Cuerpos Nº 144 ISSN 2445-0359