25.244.—El Lago español
El historiador y geógrafo
de origen británico
Oskar Hermann Khristian
Spate (Londres, 20 de marzo de 1911-
Camberra, 29 de mayo de 2000), tituló una de
sus obras The spanish lake (El lago español).
El libro trata del descubrimiento del océano
Pacífico por la Corona de Castilla y el
dominio que ejerció en ese inmenso espacio
marítimo, el más extenso del planeta.
El título ha tenido amplia aceptación
internacional y lo recogen numerosas obras y
estudios de carácter histórico. Afortunadamente,
esa denominación reconoce, implícitamente,
el mérito de la gran labor desarrollada
por España en el océano Pacífico durante más
de 350 años.
Joaquín José PIÑEIRO CARNEIRO
General de brigada de Infantería
de Marina (Retirado)
25.245.—Combate naval de Salamina
Hace justamente 2.500
años, en mayo del 480 a.
de C., tuvo lugar esta
batalla en la mar, cuyo resultado se considera
fue fundamental para el futuro de la civilización
occidental. Un enorme ejército persa
había invadido Grecia, y tras la derrota helena
en el Paso de las Termópilas, la cosa
pintaba muy mal. Pero aún quedaba la flota
ateniense, al mando del formidable Temístocles,
claramente inferior a la persa en tamaño,
pero a la que, sin embargo, consiguió derrotar
en aguas del estrecho de Salamina, y de esa
manera forzar la retirada del ejército persa y
salvar a su patria. Poco antes del combate
naval, Temístocles contempló desde la
cubierta de su buque la destrucción de
la preciosa Acrópolis ateniense, apenas pasadas
unas horas el rey persa, Jerjes, pudo
contemplar desde una ladera cercana la
destrucción de su propia flota. Para celebrar
tan importante victoria se levantó la famosa
Columna de las Serpientes, cuyos restos aún
se pueden ver en el antiguo hipódromo de
Estambul.
La Columna de las Serpientes. Al fondo puede
observarse el obelisco de Teodosio.
(Foto: www.wikipedia.org).
25.246.—Primer submarino en Hispanoamérica
Corría el año 1810 y en
Buenos Aires tomaba el
poder un gobierno revolucionario
e independentista. Desde Montevideo,
el virrey del Río de la Plata decretó el
bloqueo naval a la ciudad levantada. El
comerciante norteamericano Samuel William
Taber, residente en Buenos Aires, simpatizó
desde el principio con los independentistas.
Presentó, a la Junta de Gobierno, los planos
de una embarcación submarina de madera,
que montaba un taladro en la proa, ideado
para perforar bajo el agua los cascos de las
naves enemigas. La Junta estudió la curiosa
propuesta y, tras un informe favorable, acordó
ejecutar el proyecto. Esto escribía el fogoso
yanqui: «Ofrezco trasladarme a la Banda
Oriental y echar a pique con la enunciada
máquina la fragata de guerra y el bergantín
que sirve de depósito para la pólvora, empe-
MISCELÁNEAS
1084 Diciembre