TEMAS GENERALES
gación y desarrollo en los sectores civil y sobre todo militar, como lo demostró
la puesta en órbita el pasado 22 de abril de su satélite militar Nur 1 (7).
Expandir la zona de influencia chií aprovechando las distintas oportunidades
que van surgiendo
Primero fue la contribución iraní a la creación de Hezbolá en el contexto
de la Guerra Civil libanesa a principios de la década de los ochenta. Hoy,
cuarenta años después, este grupo islamista no solo perdura y se ha convertido
en protagonista central de la arena política libanesa, sino también en una
herramienta clave para combatir a Israel, y sus conexiones con Irán siguen
siendo más que firmes.
Si la Guerra Civil libanesa fue la primera oportunidad aprovechada para
asegurarle a Irán una proyección exterior potente y una creciente capacidad de
influencia, luego vendrían las acciones directas o indirectas en apoyo de
grupos terroristas que desafiaban tanto a Israel como a los países occidentales
y sus políticas dialoguistas en el marco de los esfuerzos para establecer la paz
en la región. Aquí destacaremos el asesinato del presidente egipcio Anuar el
Sadat en 1981, que aunque muriera a manos de terroristas suníes, estos enseguida
serían reverenciados por Irán; o el apoyo cada vez más evidente a la
violenta disidencia islamista en el seno de un movimiento palestino que desde
fines de los ochenta se hacía cada vez más pragmático, y por ello dialogante
con Israel, bajo el liderazgo de Yasser Arafat. El apoyo de Irán —y también de
su aliado sirio— al Movimiento de Resistencia Islámico palestino (Hamás)
permitió debilitar tanto los esfuerzos de paz israelo-palestinos como los regionales,
y con ello la progresiva institucionalización de la Autoridad Nacional Palestina
(ANP) tras los Acuerdos de Oslo de 1993, que nacía herida de muerte.
Si ya el secuestro de la Revolución iraní por los clérigos liderados por
Jomeini despertó recelos y temores en sus vecinos del Golfo —Pérsico en su
denominación más extendida, pero llamado Arábigo por los vecinos de Irán en
dicha cuenca, todos ellos árabes—, que crearon en 1981 el Consejo de Cooperación
del Golfo (CCG) para unir fuerzas frente al Gobierno de Teherán, la
inseguridad no ha dejado de crecer en esta estratégica región del mundo. Irán
sigue representando hoy, igual que hace cuarenta años, una amenaza para la
libre navegación en dichas aguas no solo por sus capacidades militares, sino
también por los continuos desafíos que suscita, aprovechando con ello su gran
capacidad de influencia en la zona (8).
(7) «Iran’s Revolutionary Guards successfully launch military satellite», BBC News, 22 de
abril de 2020.
(8) «Patrulleras iraníes hostigan a un grupo naval estadounidense en el Golfo Pérsico», La
Vanguardia, 16 de abril de 2020.
928 Diciembre