TEMAS PROFESIONALES
valores en azul puedan estar, en valor absoluto, cerca del rojo, u otros
en amarillo, muy próximos al verde. Todo ello, unido al complejo sistema
de umbrales y ponderaciones, resulta en que el informado no recibe
información cuantificable sobre el perjuicio real que le acarrea una
determinada puntuación alejada de la media del frente considerado.
— Informe de orientación personalizado (IOP). Constituye una magnífica
herramienta para proporcionar al interesado datos comparativos
respecto a un amplio entorno de personal en su mismo empleo. No
obstante, esta información se muestra solamente una vez para cada
empleo; en el caso del de capitán de fragata-teniente coronel, esta le
llega dos o tres años antes de la evaluación para capitán de navíocoronel,
cuando ya no existe margen de maniobra para corregir posibles
carencias en aquellos aspectos del perfil profesional que impiden
una mayor progresión. Su utilidad es máxima para el personal en los
empleos anteriores al citado. Además de esto, otra limitación de este
informe es la falta de un verdadero análisis personalizado y unas recomendaciones
sobre las acciones a seguir. Teniendo en cuenta que tres
personas confeccionan unos 600 IOP al año, no es realista esperar que
dichos informes incluyan una guía personalizada de orientación; al
final, se trata de gráficos que el propio interesado debe interpretar, sin
que la institución le proporcione asesoramiento sobre qué dirección
debe tomar para mejorar.
— Informe personal de evaluación (IPEV). Establecido en 2015, se entrega
con posterioridad a la evaluación, por lo que su utilidad es limitada de
cara a la orientación profesional. Si el informado ha sido evaluado y no
está dentro de las vacantes existentes para el ascenso, dispone de muy
poco margen para tomar medidas al respecto. Al contrario que el PIC, sí
incluye los factores de ponderación y normalización, pero su utilidad para
la orientación profesional «hacia el futuro» es discutible; cabe preguntarse
si su formato, aplicado al PIC, mejoraría esta última herramienta.
— Canales de orientación profesional. La posibilidad de usar el teléfono,
el correo electrónico o la base de datos de preguntas frecuentes
para la resolución de dudas complementa a las herramientas citadas.
No obstante, para valorar las restricciones de estos canales basta con
tener en cuenta la entidad de la Sección de Orientación Profesional de
la SUBDIREC, que justifica lo limitado de la «personalización» de la
información dada. Aunque es indudable que todas las consultas van a
ser respondidas con esmero, se echa en falta el asesoramiento, formal
o informal, de un profesional que conozca las circunstancias profesionales
del orientado y se encargue de aconsejarle desde una relación
afectivo-profesional (si se me permite el término).
— Informes personales de calificación (IPEC). Aunque no forma parte
del sistema de orientación profesional de manera formal, hay quien
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