TEMAS GENERALES
En Sevilla
Poco después de que el velero atracase en el muelle de la Esclusa de Astilleros
de Sevilla, el 6 de diciembre de 1985 Telefónica se adhirió al Patronato
de San Telmo, siendo su nuevo presidente Luis Solana (el antiguo diputado
del PSOE). Su intención era que, una vez restaurado, se pudiera montar en él
una exposición permanente sobre los sistemas de comunicación en el siglo
XIX, uso compatible con otras actividades museísticas (27).
A partir de entonces se habló de que la reconstrucción del Galatea, más
acorde con el estado en el que llegó, la llevarían a cabo en la atarazana hispalense
especialistas de la Empresa Nacional Bazán de la bahía de Cádiz, acostumbrados
a tratar con el Juan Sebastián de Elcano, y que como mínimo
tardarían un año en tenerlo terminado. Por otro lado, Astilleros de Sevilla se
encargaría gratuitamente de su posterior mantenimiento. En cuanto a la obra
viva, había que sustituir las planchas de acero que estuvieran más dañadas,
siendo en general su desgaste de un 60 por 100 de su espesor inicial. El informe
emitido tras su recepción en Sevilla señalaba que para una reparación
completa del casco había que colocar 960 m2 de planchas.
En cuanto a la obra muerta, las reparaciones en cubierta afectarían a 400 m2,
siendo el resto de los trabajos de calafateado y acondicionamiento general
para adaptarlo a su futura función. Sobre el presupuesto estimado, la Empresa
Nacional Bazán, técnicos de la Armada y especialistas (nunca existió un
consenso sobre su total) manejaban unas cifras entre los 180-500 millones de
pesetas (28). Según Guillermo Medina, presidente de la Comisión de Defensa
del Congreso y diputado de UCD por Sevilla: «Construir un barco como este
ahora costaría unos dos mil millones de pesetas. Ya solo quedan cuatro o
cinco de este tipo en el mundo» (29). Sus declaraciones animaban a buscar la
cantidad necesaria.
Sin embargo, Ignacio Martel lamentaba que, a pesar de la oportunidad de la
Exposición Universal de 1992, una vez que las autoridades hispalenses se
dieron cuenta del deplorable estado del buque escuela, sus esperanzas se vinieron
abajo. En 1981 todos los organismos oficiales exigieron la idea de traérselo
a la dársena del Guadalquivir, pero en 1985, a la hora de la verdad, la decepción
pesó más. A pesar de ello, en junio de 1986 el almirante, después de que
el Galatea llevara ya casi un año en Sevilla, consiguió retomar las conversaciones
con el Gobierno de España (donde el presidente y el vicepresidente
(27) «La Compañía Telefónica colaborara en la restauración del Galatea», ABC de Sevilla,
22-11-1985, p. 35.
(28) «La reparación del Galatea costará más de trescientos millones», ABC de Sevilla,
18-03-1981, p. 23.
(29) MEDINA, Guillermo: «Este verano podría venir el Galatea al puerto de Sevilla», ABC
de Sevilla, 20-12-1981, p. 33.
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