110 JOSÉ MARÍA GONZÁLEZ LANZAROTE
Es decir, que una tropa se desplazaba aproximadamente a la mitad de
la velocidad que un jinete. Teniendo en cuenta, como ya se ha insistido, que
el desplazamiento se llevaría a cabo a la máxima velocidad posible sin perjudicar
a hombres y animales, se puede asegurar que, debido a los problemas
de vías, avituallamiento y organización, en una marcha rápida, aunque
no forzada, un ejército medieval no debía superar una media estimada entre
20 y 30 kilómetros diarios. Por tanto y teniendo en cuenta que la velocidad
no dependía solo de la capacidad de avance de hombres y caballos, sino
también del estado de la ruta y de la climatología, se puede estimar el tiempo
de desplazamiento de la hueste incursora desde el Duero a Évora en menos
de veinte días.
No se puede precisar el itinerario exacto que siguió la incursión mandada
por Ordoño. Es de suponer que la concentración se realizaría en alguna
plaza fronteriza, si bien, no debió ser la avanzada Viseu, que hubiera resultado
más difícil de alcanzar por mesnadas individuales, con los consabidos
problemas de abastecimiento, y, sobre todo, menos discreta para cualquier
observador fronterizo. Por lo tanto, es posible que dicha concentración se
realizara en Braga o en Chaves, con mayores posibilidades, a mi juicio, para
la primera población. Esta opinión viene dada porque desde Braga (Bracara)
se tiene acceso a la que fue vía romana principal que la une con Santarem
(Scallabis) y Lisboa (Olisipo). Por otra parte, desde el mismo Santarem se
puede cruzar el Tajo, que supone un obstáculo en todo su cauce y dirigirse
por caminos en dirección SE a la zona de Évora; estos caminos, que quizá
coincidieran en general con la actual IC10, cruzaban una zona que incluso
hoy está poco poblada y que suponía un trayecto de unos cuatro días. Por
otra parte, desde Braga a Santarem se tardaría alrededor de diez días20; la
suma de jornadas de marcha coincide con la cantidad máxima de alimentos
que podían consumir antes de alcanzar la zona final. Lógicamente, si conseguían
saquear algo por el camino, reservarían sus suministros propios.
En caso de que Ordoño y sus consejeros hubieran decidido la concentración
en Chaves, tendrían que ir necesariamente a Viseu, para, desde allí,
por caminos secundarios, cruzar el Tajo por Abrantes, donde es posible que,
en la época, existiera un puente, o por Alcántara, lo que, desde luego, les alejaba
de su objetivo, la zona de Évora, y les supondría más tiempo y esfuerzo
y, seguramente, mayores dificultades para aprovisionarse por el terreno.
20 GONZÁLEZ LANZAROTE, José María: op. Cit., p. 112.
La distancia entre Braga y Évora es de 452 km, por las carreteras actuales y pasando por
Santarem. El estudio hecho por el autor demuestra que la diferencia entre los antiguos
itinerarios, tomando los propuestos por Al Idrisi y las actuales carreteras tienen diferencias
que oscilan aproximadamente entre un 5% y un 10%, más cortos los primeros.
Revista de Historia Militar, 131 (2022), pp. 110-142. ISSN: 0482-5748