1870. LA ANEXIÓN DE ROMA POR EL EJÉRCITO ITALIANO 261
En el interior de la ciudad se tomaron medidas defensivas. La compañía
de zuavos que se encontraba en puente Molle fue replegada al interior.
En su retirada una banda de garibaldinos y emigrados, llegados con el
ejército italiano, ocupó las posiciones dejadas por soldados pontificios. Pero
uno de sus jefes quiso ir más a allá y resultó muerto de un disparo cuando se
encontraba entre el puente y la puerta del Popolo.
En la puerta de San Sebastián los papalinos efectuaron algunos disparos
de fusil y de cañón para impedir a los italianos emplazar sus baterías
cerca de la plaza. Parecida situación se producía en la zona denominada
Tre Archi, donde los piamonteses pretendieron ocupar un edificio situado
a 500 metros, pero fueron obligados a retirarse a golpe de cañón. Por la
tarde, tiradores italianos del 57º regimiento de infantería se aproximaron
a reconocer las posiciones ocupadas por los defensores. Dos pelotones de
zuavos salieron y los hicieron retroceder, ocasionándoles dos muertos y dos
heridos; los pontificios tuvieron un herido. También por la puerta Pía hubo
otro intercambio de disparos entre los zuavos situados en villa Patrizi y las
avanzadillas italianas que ocupaban villa Albani.
Esa mañana, el embajador prusiano d’Arnim acudió a ver al Papa con la
finalidad de hacerle cambiar de opinión y permitir que los italianos ocupasen
Roma. Ante la negativa de Pío IX intentó reunir al cuerpo diplomático para presionar
al Pontífice, pero resultó infructuoso porque algunos de ellos se negaron69.
Organización defensiva de Roma
La ciudad estaba rodeada por una muralla medieval de 23 Km., dividida
en dos partes por el río Tíber. La parte izquierda comprendía 15 Km.
de muralla y tenía diez puertas: Popolo, Pinciana, Salaria, Pía, S. Lorenzo,
Maggiore, S. Giovanni, Latina, S. Sebastiano y S. Paolo. A estas puertas
había que añadir una apertura denominada Tre Archi, por la que pasaba la
vía férrea.
La muralla que circundaba la población por la parte derecha del río
tenía una longitud de 8 Km. y era más moderna y sólida. Se trataba de un
lienzo bastionado de la época de Urbano VIII (1623-1644), bastante bien
conservado. Un ataque por esta parte implicaba un asedio en toda regla,
como se vieron obligados los franceses en 1849, que tardaron dos meses
para conseguir entrar en la ciudad. Cuatro puertas daban a la población por
este lado: Portese, S. Pancrazio, Cavallegieri y Angelica.
69 VIGEVANO, A.: Op. Cit., pp. 425-426. CADORNA, R.: Op. Cit. p. 179-184.
BEAUFFORT, R.: Op. Cit., pp. 250-253.
Revista de Historia Militar, 131 (2022), pp. 261-288. ISSN: 0482-5748