EL ALARDE DE GONZALO DE AYORA EN SALAMANCA (1506)... 353
sus capitanes, si no ven más autoridad en mi mano de S. A., pésales tener
a nadie sobre sí. Por ello, llega a pedir ser nombrado cabo de colunela de
su peonage19.
La buena reputación de las fuerzas suizas le lleva a intentar contratarlas
para el ejército propio -anoche fize con el Señor Duque que me diese
cargo para apretar el trato con los suizos20-, y la utiliza como medida de
comparación positiva al relatar una maniobra de los peones españoles, que
iban tan ordenados como si puramente fueren suizos21. Finalmente, parece
que su insistencia logró algún objetivo pues en la posdata de la quinta carta,
de 26 de septiembre, dice que mañana, y dende adelante, se entenderá con
gran diligencia en el ordenar de los peones22.
No cabe duda que Gonzalo de Ayora fue un adelantado a su tiempo,
de ahí que Joaquín de Sotto le señalase como el que introdujo en nuestro
país el uso táctico del paso simultáneo de la tropa al compás regular23. Solo
la gran fama de otro gran militar (Gonzalo y cordobés, como él) que, por
esos mismos años estaba dando triunfos a la monarquía española en Nápoles,
ensombreció la figura de aquel, a la que contribuyó, sin lugar a dudas, su
filiación al movimiento comunero que le obligó a refugiarse en Portugal y le
valió la calificación de la misma mano del emperador Carlos V de comunero
liviano y gran bellaco24.
LA PRIMERA GUARDIA REAL
Al terminar la campaña del Rosellón, Ayora debió dirigirse a Medina
del Campo, en donde se encontraba la Corte25. Aquí, a comienzos de 1504, le
sitúa una crónica manuscrita sobre la ciudad de Palencia26, que corrobora la
19 Ibidem, Octava Carta, Perpignan, 14 de octubre, pág. 56. El término «cabo de colunela»,
de claro origen italiano, es el antecedene inmediato al que pocos años después fue el de
«coronel», que ya se constata como tal en 1508. Gonzalo de Ayora no obtuvo el beneficio
reclamado.
20 Ibidem. Segunda carta, Perpignan, 19 de septiembre, pág. 15.
21 Ibidem. Tercera Carta, Perpignan, 21 de septiembre, pág. 21.
22 Ibidem, Quinta Carta, Perpignan, 26 de septiembre, pág. 41.
23 De Sotto y Montes, Joaquín: «Guardias palacianas y escoltas reales de la monarquía
española» en Revista de Historia Militar, núm. 37, Servicio Histórico Militar, 1974,
pág. 15.
24 CODOIN, XLVII, pág. 574.
25 La reina Isabel llegó a Medina del Campo el 28 de noviembre de 1503 y el rey Fernando
lo hizo el 10 de diciembre (vid. Rodríguez, Ildefonso: «Crónica itinerario del Reinado
de los Reyes Católicos» en Berceo, 22, 1952; pág. 172).
26 Biblioteca Nacional de España (BNE): De la antigüedad y nobleza de la ciudad de Palencia.
Mss. 1922; fols. 255v.-256r.
Revista de Historia Militar, 131 (2022), pp. 353-376. ISSN: 0482-5748