202 RAFAEL PALACIO RAMOS
huyó en completo desorden de la zona de San Vicente de la Barquera desguarneciendo
toda la línea defensiva española15. Además, Blake, derrotado
en Espinosa y frustrada su idea de reagruparse en Reinosa (punto que en su
marcha a Santander ocuparon las tropas de Soult venidas de Palencia), recibió
en Renedo de Cabuérniga la orden de La Romana de que los más de diez
mil hombres que aún le seguían marcharan a León atravesando Liébana16.
El mismo Juan Caro establecería su cuartel general en Potes, disponiendo
que los ¡cien hombres útiles! que componían el destrozado «Ejército de
Cantabria»17 pasaran a Oviedo, ordenando luego que el Provincial, que aunque
en «esqueleto» era la única unidad digna de tal nombre, quedara en Asturias,
pasando a la línea que el general Ballesteros montó en los límites con el
occidente de Cantabria y sentando plaza en Campomanes (Pola de Lena) hasta
mayo de 180918, mientras el resto (es decir, el puñado de hombres de las otras
unidades que no había huido) debía volver a Potes para reorganizarse.
Una vez llegados, para poder mantener al menos la apariencia formal
de mandar fuerza, el mariscal de campo José María Calderón de la Barca
(comandante del ejército cántabro) armó «a los jóvenes que se hallaban
sorteados para el cupo de dicha provincia de Liébana, y que no se habían
presentado»19. Sin embargo, este alistamiento forzoso era ilusorio, pues si
los vecinos accedieron a tomar las armas fue solo como medida de autodefensa,
y al penetrar los franceses en el valle el 8 de marzo de 1809, Calderón
hubo de abandonarlo seguido sólo por los oficiales y «30 hombres que había
presentes» (todos los efectivos del «Ejército de Cantabria»), pues todos los
naturales desertaron a sus casas, creyendo iban fuera de su Provincia.
Como de inmediato a Calderón se le dio el mando de la 2ª División
Asturiana, el de la Cántabra pasó interinamente a manos del coronel de Ingenieros
cántabro Julián Albo, quien tras fugarse de Pamplona había llegado
a primeros de septiembre de 1808 a Santander. En octubre la Junta provincial
lo nombró coronel de Infantería, Comandante de Ingenieros del recién
malparado «Armamento» y coronel de su 2º Regimiento Cántabro (aún por
formar), y por encargo de La Romana realizó varios planes de defensa de la
provincia (uno de ellos para fortificar Santoña) y fijó las posiciones más a
propósito en las líneas del Deva y Liébana20.
15 Carta del marqués de La Romana al general Blake. Potes, 20-11-1808. AGMM, 6450,
10, pp. 10-12.
16 PENA GARCÍA, José Manuel: 2007, pp. 47-48.
17 Así se le llamaba en la Gazeta del Gobierno nº 12, de 17-3-1809, p. 226.
18 Oficio de Terán a Antonio Arce, de 2-12-1809: Archivo Histórico Nacional (AHN), Consejos
(CON), leg. 11996, exp. 131.
19 Archivo General Militar de Segovia (AGMS), 1ª, A-1025.
20 Certificaciones de Calderón de la Barca, Llano Ponte y Fernández Velarde. AGMS, 1ª,
A-1025.
Revista de Historia Militar, 131 (2022), pp. 202-230. ISSN: 0482-5748