152 AGUSTÍN PACHECO FERNÁNDEZ
el entonces jefe de Operaciones del Estado Mayor de Menéndez, por una
densidad aproximada de un batallón por kilómetro de frente22.
Estos C.R., de los que se construirían en las siguientes semanas casi un
centenar en varias líneas defensivas escalonadas, seguían una estructura similar.
Guarnecidos, como se ha comentado, por un batallón de infantería, disponían
de ocho emplazamientos de ametralladora (todas con las que contaba la
unidad), tres puntos de apoyo, trincheras poco profundas para tirador rodilla
en tierra y un observatorio. Todo ello circunvalado por dos filas de piquetes
con alambradas23. Los refugios y fortines, excavados en la tierra, se protegieron
con piedras y troncos en las primeras líneas debido al rápido avance del
enemigo. En las posiciones defensivas más retrasadas, en cambio, las obras
realizadas con hormigón resultaban más abundantes. Todas ellas, en cualquier
caso, constituían un imponente entramado defensivo en profundidad, apoyado
en la escabrosidad del terreno y caracterizado por un brillante plan de fuegos
cruzados, cuyo objetivo era batir cualquier centro de resistencia que fuera tomado
por el enemigo y así dificultar la rotura del frente. Por último, detrás de
cada línea, estarían desplegados varios batallones más en reserva, apoyados
por carros de combate y blindados, destinados a efectuar contraataques de
flanco contra las penetraciones que pudiera llevar a cabo el enemigo.
Una semana después, Menéndez decidía organizar una nueva línea
de defensa unos veinticinco kilómetros al sur, que discurría, de este a oeste,
desde Oropesa hasta la provincia de Teruel. La que sería conocida como Línea
de Levante24. En las semanas posteriores, junto al coronel Manuel Matallana,
jefe de Estado Mayor del Grupo de Ejércitos de la Región Central
(GERC)25, colaboraría en los proyectos de hasta cuatro líneas defensivas
más, para evitar el avance de las tropas enemigas sobre Castellón y Valencia.
22 CIUTAT DE MIGUEL, Francisco: Relatos y reflexiones sobre la Guerra de España.
Forma Ediciones, Zaragoza, 1978, p. 181.
23 MARTÍNEZ BANDE, José Manuel, 1977: Op. Cit., p. 61.
24 Esta línea contaba con 38 C.R., ocupados por otros tantos batallones.
25 Manuel Matallana Gómez (1894-1952), este controvertido militar de carrera, al igual que
muchos otros en la época, cursó estudios en la Academia de Infantería de Toledo, pasó por
Marruecos, donde cosechó laureles y se diplomó en Estado Mayor. Al producirse el golpe
de estado del 36, pese a estar conceptuado como de derechas, permaneció fiel al Gobierno
Republicano. No obstante, los dirigentes de este, recelosos, no le confirieron ningún mando
de importancia hasta la primavera de 1937, en que fue nombrado jefe de Estado Mayor
del Ejército del Centro. Ese mismo año mantuvo contactos con miembros afines al Ejército
franquista, y comenzó a pasarles información sensible. En cuanto a su comportamiento,
alternó acertadas disposiciones en la concepción de la línea defensiva de Valencia, con discutibles
órdenes que afectaban al despliegue de fuerzas o al envío de suministros a puntos
comprometidos, además de cuestionar en muchas ocasiones planes estratégicos desarrollados
por el propio Vicente Rojo. En el consejo de guerra al que fue sometido al finalizar la
contienda, fue avalado con el testimonio de varios testigos como un destacado miembro de
la llamada «quinta columna». El consejo de guerra puede consultarse en: Archivo General
e Histórico de Defensa, Sumario 281, Año 1939, Caja 19919.
Revista de Historia Militar, 131 (2022), pp. 152-196. ISSN: 0482-5748