LIÉBANA Y LOS EJÉRCITOS NACIONALES DURANTE LA GUERRA... 201
Claro que lo que las publicaciones patrióticas no decían es que esta
ocultación general «de haberes y comestibles a los lugares más retirados» no
se hacían solo «para librarlos de la invasión de los enemigos», sino también
«de nuestras tropas, que a la fuerza nos hacen dar cuanto tenemos»11.
La razón de que estas «invasiones» fueran efímeras estuvo más bien
en que la ocupación permanente del valle habría exigido a los napoleónicos
fuerzas considerables, que podían ser hostigadas permanentemente y con
el riesgo añadido de quedar encerradas en el caso de que les fueran cortados
los pasos de montaña. Por lo demás, unos pocos vigías puestos por los
españoles se bastaban para descubrir la aproximación de columnas enemigas
y avisar con tiempo suficiente para abandonar las zonas más expuestas;
por ejemplo, en junio de 1811 para observar posibles entradas napoleónicas
desde la Montaña, se establecieron destacamentos avanzados en Lebeña (de
veintidós hombres) y Salarzón (cincuenta efectivos, más tarde adelantado
hasta el mismo puerto de Taruey), proveídos por Guardias Nacionales, Guipúzcoa
Revista de Historia Militar, 131 (2022), pp. 201-230. ISSN: 0482-5748
y Encartaciones12.
Liébana, tierra de refugio
Es por ello que desde fecha muy temprana la Liébana se convirtió
en zona de concentración o centro logístico de los ejércitos españoles que
con diferentes nombres se proyectaron en la parte oriental del Cantábrico,
y también en punto de refugio y reunión tras las continuadas derrotas (y las
desbandadas consiguientes) que los mismos sufrían en las batallas campales
que se empecinaban en mantener con la mejor infantería de Europa. Papel
este reconocido por los propios josefinos (que denominaban «los lebaniegos
» a los miembros de la División Cántabra) y exaltado por los autores locales
decimonónicos (el más relevante recogió que «uno de los más bravos
generales de Napoleón llamó a Liébana por sus proezas España la chica»13).
En este sentido, noviembre de 1808 fue un mes intenso. La entrada de
Napoleón en España coincidió con una nueva ocupación francesa de la provincia
de Santander, que reunió en Potes tanto a las compañías del Provincial
de Laredo (que abandonaron precipitadamente sus puestos en el Escudo
y Reinosa14), como a la división mandada por Nicolás Llano Ponte, que
11 Carta de Santiago García de Hoyos al duque del Infantado. Tama, 4-12-1809. Archivo
Histórico de la Nobleza (AHNo), Osuna (O), carpeta 177, 122-124.
12 Orden General del 21-6-1811, Archivo General Militar de Madrid (AGMM), sig.
6707.898 (Depósito Histórico DH, t. 99, h. 4).
13 LLORENTE FERNÁNDEZ, Ildefonso: 1882, p. 103.
14 Carta de Calderón al general Blake de 5-11-1808. AGMM, sig. 6450, doc. 14, pp. 21-23.