![](./pubData/source/images/pages/page267.jpg)
266 VICENTE PUCHOL SANCHO
un momento en el que Europa deploraba las numerosas víctimas que estaba
ocasionando la guerra entre dos grandes potencias (Francia y Prusia), el Vicario
de Jesucristo, aunque injustamente atacado, no podía permitir ningún
derramamiento de sangre. Por ello, le ordenaba que la defensa
(…) debía únicamente consistir en una protesta que dejase constancia de
la violencia y nada más, es decir, iniciar las negociaciones de rendición a los
primeros disparos de cañón.
Respecto a este párrafo de la carta hay un debate entre los historiadores,
en el que han quedado divididos en dos sectores. Unos sostienen la literalidad
de este texto, como Giacomo Martina, Attilio Vigevano, Giuseppe
Leti o Giulio del Bono77. Mientras que otros, como el marqués de Olivart,
Beauffort, Maria Luisa Rizzatti o Giovanni Amori78, sustituyen la frase final
por esta otra: iniciar las negociaciones de rendición tan pronto como sea
abierta la brecha79.
De una parte, tanto Vigevanno como Bono cuentan que La Civiltà
Cattolica al publicar la carta modificó el texto con el consentimiento del
Santo Padre. El motivo lo cuenta el comandante Rivalta, jefe del estado
mayor del ejército pontificio, en su diario inédito. La mañana del día 21 Rivalta
debía entregar la carta al padre Piccirilli para ser publicada; al hacerlo,
hizo la observación que sería mejor modificar el texto para salvaguardar la
responsabilidad del general Kanzler. Su sentido del honor militar llevó la
resistencia más allá de lo dispuesto por Pío IX y, en lugar de alzar la bandera
blanca al iniciar la artillería enemiga los primeros disparos, resistió hasta la
apertura de la brecha. Consultado el Papa, dio su consentimiento a la modificación.
La otra versión nos la ofrece Giacomo Martina. Según este destacado
historiador sobre la figura de Pío IX, el Pontífice entregó la carta autógrafa
a Kanzler el 14 de septiembre, a través del cardenal Antonelli. El general no
recibió las limitaciones defensivas que en ella se le indicaban de muy buen
talante. Así pues, la tarde del 19, acompañado de los generales Zappi y Courten,
visitó al Papa e insistieron en ser autorizados a prolongar la resistencia
77 BONO, Giulio: «La presa di Roma, 20 settembre 1870» en Memorie Storiche Militari,
Fascicolo II, Roma, Officina Poligrafica Editrice, 1910, pp. 8-9. VIGEVANO, A.: Op.
Cit., pp. 472-477. LETI, G.: Op. Cit., pp. 383-384. MARTINA, G.: Op. Cit., pp. 241-
243.
78 AMORI, G.: Op. Cit., pp. 25-26. RIZZATTI, Maria Luisa: «La misa más dramática de
Pío IX», en Historia y Vida, Barcelona-Madrid, noviembre, 1970 (nº 32), p. 98. OLIVART,
Marqués de: Op. Cit., pp. 130-131. BEAUFFORT, R.: Op. Cit., pp. 256-258.
79 En este mismo sentido era reproducida por la prensa española. La Regeneración, 3-10-
1870, p. 3.
Revista de Historia Militar, 131 (2022), pp. 266-288. ISSN: 0482-5748