1870. LA ANEXIÓN DE ROMA POR EL EJÉRCITO ITALIANO 283
Tomando nuevamente la palabra les comunicó que en ese mismo instante
terminaba de ordenar la rendición. No podían seguir defendiéndose sin derramar
mucha sangre, algo que no estaba dispuesto. Y con lágrimas en los
ojos les pidió que se preocupasen de aquellos pobres hijos suyos que habían
llegado de todas las naciones para defenderle. Se los confiaba para que les
preservasen de los malos tratos que pudieran infringirles, como ocurrió en el
pasado. La escena nos la describe de nuevo Fernández Jiménez.
«El momento era tan solemne y tales la figura y expresión de aquel anciano
que se golpeaba el pecho, convulsivamente, que el más vulgar de cuantos
allí estábamos se estremeció creyendo oír el último gemido del coloso, que
después de estrechar al mundo entre sus brazos durante mil años caía rendido
y sin aliento al cabo de cuatro horas y media de fuego.»114
Al salir de palacio, el cuerpo diplomático se dirigió al Ministerio de
Guerra. Allí el general Kanzler les pidió que se interesasen por las condiciones
de la capitulación. Acto seguido acudieron al cuartel general del ejército
italiano. El general Cadorna les recibió, si bien les dijo que aún desconocía
las pretensiones del general Kanzler. Pero también les informó que las condiciones
no podían ser las mismas que las ofrecidas antes de iniciadas las
Revista de Historia Militar, 131 (2022), pp. 283-288. ISSN: 0482-5748
hostilidades115.
Capitulación y salida de Roma de los soldados pontificios
Las condiciones de la capitulación, firmada por los generales Kanzler
y Cadorna el mismo día 20, sucintamente establecían116:
− La ciudad de Roma (excepción hecha de la Ciudad Leonina), con
su armamento, banderas, armas y almacenes de pólvora serán entregados
a las tropas del rey de Italia.
− Toda la guarnición de la plaza saldrá con honores de guerra, llevando
sus banderas, armas y bagajes. Después serán depositadas.
La salida tendrá lugar mañana a las 7 horas.
− Las tropas extranjeras serán licenciadas y enviadas a sus hogares
con cargo al Gobierno italiano.
114 AHN. Ministerio de Exteriores. Santa Sede. Política, Legajo H-2673. Roma, 23-9-1870,
el encargado de negocios al ministro de Estado.
115 OLIVART, Marqués de: Op. Cit., pp. 132-134. VIGEVANO, A.: Op. Cit., pp. 639-651.
BEAUFFORT, R.: Op. Cit., pp. 318-326.
116 CADORNA, R.: Op. Cit., pp. 201-204. VIGEVANO, A.: Op. Cit., pp. 661-662.
BEAUFFORT, R.: Op. Cit., pp. 326-327. OLIVART, Marqués de: Op. Cit., pp. 135-140.
La Época, 1-10-1870, p. 2. El Pensamiento Español, 30-9-1870, p. 3.