HISTORIA DE LOS NUDOS
Y EL ARTE DE ANUDAR
Falcaceadura común o por el chicote
Historia
El falcaceado común o por el chicote que nos ocupa es una de estas amarraduras que se han
venido transmitiendo de forma oral y siempre dentro de los ambientes marineros, por lo que ha
sido difícil conocer su origen. Además de los datos obtenidos del estudio de las embarcaciones
funerarias del antiguo Imperio egipcio, en España la descripción más antigua que he podido
encontrar está en la lámina número 62, «Ayuste a la flamenca, engañaduras, costuras, botones...
que se hacen a los cabos de la jarcia del servicio de un navío», del libro de Juan José Navarro
de Viana, marqués de la Victoria (1), en el que ilustra esta atadura.
Etimología
Según los diccionarios más actuales, «falcacear» o «falcazar» es «asegurar el extremo o
chicote de un cabo por medio de vueltas ligadas para evitar que se descolchen los cordones.
También se dice a la acción de forrar con una piola o cabo delgado el extremo de un calabrote o
cabo de mayor mena».
Tiene su origen en el vocablo árabe hispánico falqa (2), que a su vez proviene del árabe
clásico filqah, que quiere decir «astilla», «cuña de madera» y «tabla de protección», aunque en
(1) NAVARRO, Juan José (marqués de la Victoria): Diccionario demostrativo con la configuración o
anatomía de toda la arquitectura naval moderna. Cádiz, 1719-1756.
(2) También se llama falquín u orla a la pequeña barandilla que forma ligazón entre la cubierta y el
costado.
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