TEMAS PROFESIONALES
nuevas unidades, el Audaz (P-45) y el Furor (P-46), entregados a la Armada
en 2018 y 2019.
Desde su entrada en servicio en 2011, los BAM han contribuido al control
de la zona económica exclusiva (ZEE) y a la lucha contra los tráficos ilícitos
mediante numerosas operaciones de vigilancia marítima y, en ocasiones
puntuales, en colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado
(FCSE), contribuyendo simultáneamente a la vigilancia y control de la legislación
pesquera en los espacios de soberanía e interés nacional y también a
combatir problemas de contaminación marina. Pero, además, ayudan a mantener
la seguridad marítima a escala global con la participación en operaciones
internacionales.
Buques de dotación reducida
El proyecto BAM se enfrentó al reto del requerimiento de una mínima dotación
y un alto nivel de automatización, combinado con grandes prestaciones en
habitabilidad que permitiesen una rápida adaptación de la plantilla para enfrentarse
a las distintas amenazas a la seguridad marítima, con distintos medios, en
función del tipo y perfil de la misión
Tras la última modificación, su plantilla está compuesta por ocho oficiales,
11 suboficiales y 33 de Marinería y Tropa. Para una plataforma con características
relativamente similares a una fragata, se trata de una dotación reducida,
lo que supone un gran reto para los cuadros de mando y el personal, que obliga
a que el plan de combate deba diseñarse a conciencia, adaptándose de
forma particular a cada una de las misiones encomendadas.
Estiba de contenedores a bordo.
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