El campo de tiro “Charlie”
en el CENAD de San
Gregorio
El acampo de San Gregorio ha sido utilizado por el Ejército para efectuar ejercicios de tiro de fusil y artillería
desde mediados del siglo XIX, hasta que se convirtió a comienzos del siglo XX en el Campo de tiro y maniobras de
Alfonso XIII, momento en el que se reguló su uso y zonas de tiro, pero con medidas de seguridad rudimentarias, hasta
que en un momento determinado se aplicó la normativa para los polígonos de tiro, organizando verdaderos campos
de tiro para fusilería y otro tipo de armas, que ofrecían mayor seguridad a la hora de realizar los ejercicios y uno
de ellos fue el “Campo de tiro Charlie”, en las inmediaciones de la AGM.
En las memorias de la Academia del curso 1962-1963, en el capítulo dedicado a obras aparece la del cerramiento
completo de la AGM mediante una alambrada de piquetes dobles y el acondicionamiento del campo de tiro, que
todavía no se denominaba “Charlie”, ya que este nombre se le atribuiría al designar como campos de tiro “Alfa” y
“Bravo” a los construidos a su izquierda, delante del desaparecido Hospital de Ganado nº 1. Las memorias refi eren
que el campo de tiro se construyó utilizando mano de obra militar, es decir, soldados de reemplazo, y que ya estaba
en condiciones de ser empleado para efectuar ejercicios de tiro de hasta 300 metros. Como el campo de tiro se
construyó sobre una pendiente, hubo que nivelarlo rellenando el fi nal con tierra, para lo cual se construyó un muro
de obra que evitaba que se desmoronara el relleno y salvar el desnivel con el camino que pasa por su lado derecho.
Y, además, junto al espaldón del fondo, se construyó un foso de 60 metros de longitud, por 2 m. de ancho y 3 m. de
alto, revestido de hormigón, que en la parte superior permitía colocar veinte blancos fi jos o móviles. En el foso se
instaló un dispositivo mecánico que permitía subir y bajar los blancos, de forma que los ayudantes que estaban abajo
podían parchearlos y anotar la puntuación, evitando que el tirador tuviera que ir a la carrera hasta el blanco para
verlo, lo que suponía toda una novedad.
Todos los soldados, cadetes y mandos que hemos pasado desde aquel momento por la AGM hemos realizado
algún ejercicio de tiro con fusil, pistola y en su momento con subfusil en este campo de tiro, además, era habitual
hacer una práctica consistente en bajar una sección al foso, mientras otra tiraba sobre los blancos que estaban
encima. Según decían los mandos, era una práctica de valor personal, porque allí abajo se oía muy cerca el ruido
del impacto de los proyectiles y algún rebote, que al autor le pareció un poco peligroso. El foso terminó rellenándose
de tierra cuando dejó de utilizarse, aunque recientemente se está pensando en recuperarlo y volverlo a poner en
servicio. El campo de tiro “Charlie” se mejoró con unas bandas asfaltadas para que se puedan realizar ejercicios
de tiro cuerpo a tierra, a diferentes distancias, sin embarrarse y al fondo se construyó un cubierto para proteger a
los tiradores que están a la espera o para dar alguna charla a cubierto, ya que San Gregorio es climatológicamente
muy duro.
La presente acuarela representa una vista del campo de tiro “C” desde los depósitos de agua de la AGM. El
mencionado campo está ubicado entre suaves ondulaciones del terreno con el característico aspecto semidesértico
de esta zona, aunque el autor buscó un momento en primavera, en el que por efecto de las lluvias el campo aparece
verde gracias a pequeñas plantas capaces de sobrevivir a estas condiciones climáticas tan extremas
Luis Alfonso Arcarazo García
Coronel Médico. Retirado
Zaragoza, a 10 de marzo de 2020
Diciembre - 2019 Armas y Cuerpos Nº 142 115