Jura de Bandera en el Patio de Armas. Archivo fotográfi co AGM.
hacer más efectivo el trabajo en equipo. Es por
ello, que la investigación y formación de las ha-bilidades
emocionales en estos contextos podría
resultar de gran utilidad. Posiblemente, la IE pue-de
ser una habilidad que suponga una aporta-ción
modesta a todo lo que ya se sabe sobre el
liderazgo efectivo, solamente un pequeño gra-nito
de arena en todo el repertorio de habilida-des
profesionales, cognitivas, actitudes, proce-dimentales,
etc… que debe tener un líder militar
en el desempeño efi caz de todas sus funciones.
Algunas investigaciones incluso matizan el aporte
explicativo que las habilidades emocionales po-drían
tener en el rendimiento laboral cuando se
controlan otras habilidades centrales de los pro-fesionales
como son su coefi ciente intelectual o
sus rasgos de personalidad (O’Boyle, Humphrey,
Pollack, Hawver, y Story, 2011). No obstante, in-cluso
esta aportación más modesta de la IE en el
éxito profesional, no debería pasarse por alto, es-pecialmente
cuando se consideran resultados or-ganizacionales
en ámbitos como los militares que
están infl uenciados por múltiples factores organi-zacionales,
contextuales, grupales y personales.
En estos contextos tan competitivos y estresantes,
con situaciones límites frecuentes, una pequeña
ventaja puede signifi car una gran diferencia, por
ello los líderes futuros deberían dedicar esfuerzos
de carácter formativo para integrar las habilida-des
de IE en su liderazgo (Lopes, 2016).
Entrenamiento y mejora de la
Inteligencia Emocional
Diversos artículos de investigación científi cos
han mostrado la efi cacia y los resultados de pro-gramas
de entrenamientos en IE para el bienes-tar,
la salud mental, las relaciones sociales y el
rendimiento organizacional (Mattingly y Kraiger,
2019; Kotsou, Mikolajczak, Heeren, Grégoire, y
Leys, 2019). Estas revisiones han puesto de ma-nifi
esto ciertas características de los programas
efi caces que los formadores en liderazgo militar
podrían tener en cuenta en las escuelas de for-mación
(Lopes, 2016):
• Mientras es necesario trabajar las 4 Ms de la
inteligencia emocional, en el caso concreto del
liderazgo, se deberían focalizar más sesiones a
trabajar lo referente al manejo, regulación y ex-presión
de emociones propias y ajenas, ya que
estás habilidades son las que mejor se relacionan
con el liderazgo efectivo, el trabajo en equipo,
la comunicación efi caz en grupos, y, en general,
con el rendimiento organizacional.
• De acuerdo a la literatura, a medida que au-menta
la longitud del programa y sus sesiones se
incrementa el efecto positivo del entrenamiento
en IE. Algunos meta-análisis sugieren que la mejo-ra
de la IE no ocurre con sesiones de formato bre-ve
de (2-3 horas) y que requieren intervenciones
de mayor duración y repartidas a lo largo de va-rias
semanas para poder generalizar y consolidar
lo aprendido en diversas situaciones de su vida
profesional y personal.
Abril - 2020 Armas y Cuerpos Nº 143 17