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Ejército de América. Destino de batallones fi jos y fuerzas
expedicionales.
establecidas, algunas tachadas de afrancesa-das
o de “godoistas”. Frente al vacío de poder
consiguiente, la presión de las oligarquías locales
-peninsulares y criollos-, por diferentes motivos, sin
que faltase la defensa de sus propios intereses,
provocó la deposición de virreyes y gobernadores
-Méjico, Montevideo, Buenos Aires Chuquisaca,
La Paz y Quito-, así como la instalación de Juntas
de Gobierno, algunas promovidas por aquellas
mismas autoridades.La legitimación de las Juntas
se atuvo al siguiente procedimiento: ante un rey
prisionero en Francia, la soberanía en él deposi-tada
se restituyó al pueblo y la asumieron sus re-presentantes
en los cabildos locales dominados
por las oligarquías criollas; dichas corporaciones
convocaron cabildos abiertos más representati-vos,
que decidieron la instalación de Juntas de
Gobierno. Los criollos accedieron así al poder, en
un momento en que los sectores independentis-tas
eran aún minoritarios. Las autoridades virreina-les
consiguieron disolver o someter aquellas Jun-tas
a inicios de 1810, reconociéndose el gobierno
de la Junta Central en América. Tras ello, se inició
la represión de los grupos independentistas, que
provocó el rechazo de parte de la población y el
aumento del deseo de autogobierno.
La crisis abierta afectó también al ejército, se
produjo la fractura de la estructura militar entre
quienes se mantuvieron fi eles al gobierno de Es-paña
y los que se alienaron con los sectores au-tonomistas
e independentistas. Nacerán con ello
los ejércitos realistas, con un mayor componente
de fuerzas veteranas, y los ejércitos independen-tistas,
con mayor presencia de milicias. Ambos
tendrán la misma procedencia y la misma forma-ción
militar.
La segunda fase del proceso de independen-cia
comenzó a fi nales de enero de 1810, cuando
la mayor parte de la Península había sido ocu-pada
por los franceses. Un Consejo de Regencia,
bloqueado en Cádiz, sustituyó a la Junta Central.
Allí se instalaron las Cortes en septiembre, que ter-minaron
dominadas por los liberales. Algunos de
ellos mostraron una actitud comprensiva hacia
los movimientos por el autogobierno en América.
Por su parte, los independentistas auguraban la
derrota de España y que el dominio francés su-pondría
un confl icto con Inglaterra, lesivo para los
intereses comerciales americanos. En tal tesitura,
los independentistas decidieron tomar el poder.
Se produjeron revoluciones oligárquicas y po-pulares,
deposición de autoridades y la creación
de nuevas Juntas de Gobierno (abr.-sep. 1810):
Méjico, Buenos Aires, Quito, Santiago, Cartage-na,
Caracas y Santa Fe. Éstas declararon fi deli-dad
a Fernando VII, así como su independencia
de la Regencia de Cádiz. También convocaron
congresos regionales, donde se aprobaron cons-tituciones
independentistas. Surgieron, además,
diferentes movimientos políticos enfrentados:
realistas-independentistas, entre los últimos, mo-nárquicos
moderados-republicanos y centralis-tas-
federalistas. Consecuencia de las tensiones
políticas fueron las guerras civiles entre las dife-rentes
facciones.
Las Juntas de Gobierno intentaron extender
su autoridad dando lugar a las conocidas como
“Patrias Viejas”. No obstante, encontraron difi cul-tades
internas, como la oposición jurídica y militar
realista, la insufi ciencia de medios económicos y
militares, los enfrentamientos internos y la falta de
apoyo exterior de Gran Bretaña, aliada durante
la guerra de la Independencia, y los Estados Uni-dos,
que dudaban sobre el resultado de un en-frentamiento
con España.
En Nueva España coincidieron una revolución
oligárquica y otra popular -cura Hidalgo, sep.
1810-. Las élites novohispanas se sintieron amena-zadas
por las reivindicaciones populares y termi-naron
colaborando con las autoridades. El mo-vimiento
continuó por la independencia y una
república igualitaria -cura Morelos-, adquiriendo
tintes nacionalistas y antiespañoles. Un ejército
organizado en base a unidades de milicias llegó
a controlar el sur del virreinato, donde el consi-guiente
Congreso proclamó la independencia
(nov. 1813). Las autoridades virreinales consiguie-ron
derrotar a los independentistas (1815) y los
criollos encabezaron la represión posterior. Nueva
España quedó de nuevo bajo control realista.
En la capitanía general de Venezuela varias
provincias se opusieron a la Junta de Caracas. El
general realista Monteverde derrotó a las fuerzas
republicanas de Miranda tras haberse declarado
la independencia (5 jul. 1811). Posteriormente, Si-
64 Armas y Cuerpos Nº 143 ISSN 2445-0359