Alumnas en el gimnasio con su capìtán. 25-4-2018. Foto del autor
imaginarias o protocolos debían de usar falda y
zapato de tacón. Las ocho alumnas de la promo-ción
desgarraron tantas medias que las salidas a
Zaragoza eran para ir a reponerlas en el “Corte
Inglés”. La primera salida que hicieron a Zarago-za,
con el uniforme blanco con falda y tacones,
fue tremenda, por las rozaduras, peores que las
botas, y los comentarios en la calle “¡jolines ca-detas!”.
En el periodo de instrucción los alféreces
les decían: “corran, corran y se pondrán como
toros, y el Capitán Ibáñez matizaba diciendo: las
damas, lógicamente, se pondrán como vacas y
la respuesta visceral fue, si nos vamos a poner
como vacas, no corremos”. En el campamento
las distribuyeron para comer según porcentajes,
“de modo que las mesas estaban ocupadas por
“nuevos de 1º”, un “retra de 2º” y un “Aspirino”.
Enseguida comenzaron las tradicionales bromas
de comerse el yogur con la cuchara de papá oso
(el cucharón de servir), tarea casi imposible orde-nada
por el “retra” al alumno de 1º, que sirviera la
mesa o que manejara correctamente los cubier-tos.
Conmigo no se atrevió aunque durante dos
o tres días se quedó con la gana de intentarlo. A
ellos les trataba de tú o de usted indistintamente,
a mí siempre de usted”.
La Teniente coronel recuerda que en la Entre-ga
de Sables de “caballero” formaron con pan-talón
y zapato plano, pero a continuación esta-ba
la presentación a la Virgen del Pilar, así que
tuvieron que ir a toda velocidad a las camaretas
a ponerse la falda, los zapatos de tacón y el bol-sito.
Después del acto, el general Ferrer estuvo
hablando con ella y en todo momento se dirigió
como “caballero ¿verdad caballero…? ¿Y en-tonces
caballero…?”, el general no había cam-biado
todavía el chip.
Otra testigo de esos cambios fue la Capitán
enfermera Alicia Moreno, perteneciente a la pro-moción
de 1990, que pudo examinarse nada más
fi nalizar la carrera, porque la oposición no se pu-blicó
en el BOE hasta organizar el plan de estu-dios
de Cuerpos Comunes, que contemplaba el
ingreso en la AGM, de septiembre a diciembre,
después los alumnos irían a la Academia Gene-ral
de Marín, en enero y fi nalizaban el periplo en
mayo en la Academia General de San Javier.
Recuerda la Capitán Moreno que fue la prime-ra
promoción que vistió el uniforme verde musgo
para invierno y blanco para el verano. Seguía sin
haber números pequeños de botas, en cambio
ya no tuvieron los problemas de sus predeceso-ras,
pues las formaciones las hicieron con panta-lones
y zapato plano.
El jefe del batallón fue el teniente coronel José
Faustino, el de la compañía 04 fue el Comandan-te
Herrera y los capitanes Quintas e Ibañez, que
tuvieron con ellos un trato natural y muy respe-tuoso,
incluso, con los alféreces instructores la re-lación
fue buena. Recuerda la Capitán Moreno
que cuando les mandaban algo, siempre había
alguien que contestaba con un “pero… es que…”
46 Armas y Cuerpos Nº 143 ISSN 2445-0359