Cartel de la película basada en el libro de Kapuścińsky
“Un día más con vida”
Xavier Aldekoa, escritor y periodista, actual
corresponsal en África para el diario La Vanguar-dia,
se presenta a sí mismo como un reportero
que da voz a aquellos cuyas historias merecen
ser contadas. Para él “África no existe, pero sí los
africanos”. Por ello, sus vidas y experiencias son el
hilo conductor de obra, aunque sin dejar de lado
el trasfondo histórico de las etnias y países que
van apareciendo en las páginas, permitiendo así
la comprensión del lector.
Experiencias de un periodista
El libro consta de 21 capítulos, cuyos títulos se
corresponden en primer lugar con la historia de
alguna de las personas que aparecen en él o con
una vivencia del autor, y a continuación le sigue
el nombre del país en el que se encuentra. En el
primer capítulo, “Las puertas del desierto / Mali”,
el reportero va en busca de la “ciudad escondi-da”
de Tombuctú siguiendo los pasos de René
Caillié, un joven explorador francés del siglo XIX
que se prometió encontrar a toda costa esta ciu-dad
que se decía estaba llena de riquezas. El au-tor,
al igual que Caillié, no trató de organizar una
gran expedición como los grandes exploradores
de los siglos pasados, sino que realizó un viaje en
solitario acercándose a las costumbres locales,
comprobando que su hospitalidad seguía intac-ta
con el paso de los años. Más tarde descubrió
que Tombuctú no solo nunca había sido rica,
sino que recientemente había sufrido el paso del
fundamentalismo religioso. Pese a todo aún con-servaba
parte de su esencia, aunque la belleza
no era más que una leyenda que nunca existió
y decepcionaba a muchos viajeros, en palabras
de un tuareg que allí habitaba: “Tombuctú no es
una ciudad a la que simplemente se pueda lle-gar,
Tombuctú es el camino” (p. 34).
Una vivencia totalmente distinta fue la que
experimentó en 2013 en la República Democrá-tica
del Congo, sumida entonces, al igual que
hoy, en una grave crisis. En aquellos días, Goma
había sido tomada por los milicianos sublevados
del M23. La intención de Aldekoa era visitar las
minas ilegales del este del país. Sin embargo, un
médico que le acompañaba le convenció para
ir antes a un campo de refugiados cercano en el
que se encontraban más de 4.000 personas. Allí
el periodista vivió una experiencia que recorda-ría
y le daría ánimos para proseguir sus viajes por
el continente, cuando al llegar y decir que era
periodista, muchos de los refugiados comenzaron
a hacer cola para contarle su historia y su dolor.
Tras ello, el autor nos muestra la razón de su traba-jo,
una de las que le llevó a escribir el libro:
No cumplo nunca las expectativas. No soy
bueno contando batallitas ni buen compañe-ro
de barra de bar. Ni siquiera bebo. Yo viajo
a África para explicar que una niña congolesa
se ata bolsas de plástico en los pies porque no
tiene zapatos. Para intentar entender que en
Congo la gente no mata por salvajismo, mata
por interés. Por el poder. Como en cualquier
parte del mundo. Y para contar también que
hay gente que no mata (p.41).
El autor concluye que las duras condiciones
de vida de los congoleños anclan sus raíces en
el pasado colonial y las dos guerras internaciona-les
en las que se ha visto el inmenso país desde
el fi nal de la Guerra Fría, cuyas consecuencias
aún son palpables en los numerosos grupos rebel-des
que luchan por el poder, utilizando el miedo
como aliado, inoculado en la población a través
de asesinatos o violaciones. Pese a ello y las con-diciones
en las que más tarde vio que trabajaban
los congoleños en las minas, sobre las que gran-des
compañías tienen puestos sus intereses, aún
hay gente con esperanza. Como un grupo de jó-venes
de Bukavu que, aun habiendo conocido
únicamente la guerra desde que nacieron, eran
capaces de formar un grupo para cantar “Stop a
la guerra” (p. 51). Tal experiencia es análoga a la
que se encuentran muchos reporteros durante los
confl ictos y que está bien refl ejada en el libro de
Kapuścińsky “Un día más con vida”, a partir del
cual se ha hecho una reciente película de ani-mación
(2018), en la cual se muestra el fi n de la
historia colonial de Angola y la posterior cruenta
guerra civil, lo que aconteció de forma similar en
gran parte del continente africano, alejándose
de la ilusión de un futuro esperanzador en la era
poscolonial.
Actualmente, la República Democrática del
Congo se encuentra afrontando un nuevo brote
de Ébola, ante el cual los grupos terroristas ata-can
constantemente centros médicos y de vacu-nación
haciendo retirarse a las ONGs. Además el
6 Armas y Cuerpos Nº 143 ISSN 2445-0359