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COLOR FORRO ASPA
Blanco Amarillo Negra
Blanco Rojo Roja
Amarillo Azul Roja
CAPOTILLOS DE LOS TRES
TERCIOS DE LA LEGIÓN
VALONA
Compañía de hombres de armas en Túnez (1535) según los
tapices conmemorativos. Llevan el aspa roja en sus camisas –roja
los ofi ciales y amarilla los caballeros- y dorada en su estandarte.
Lámina de A. Manzano.
Una de las compañías de hombres de armas de principios del siglo
XVII en Flandes, según el álbum de Gortter. Llevan el aspa roja en
el delantero y los faldones y, se supone, en la espalda.
Lámina de A. Manzano.
conde de Hennin. Y, no casualmente, en los cua-dros
de esta batalla4 aparecen solo tres escuadro-nes
que llevaban una gran aspa en sus capotillos,
de modo que la relación parece clara. Los capo-tillos
eran:
Procedente de otras batallas, se conserva un
capotillo original en el museo de L’Hermitage de
San Petersburgo. Es rojo con el forro blanco, y lle-va
el aspa de Borgoña de color blanco repetida
en el delantero –y lógicamente en la espada- y
en las anchas mangas abiertas. Se conoce otro
capotillo con aspas por una antigua fotografía
en blanco y negro del Bayerisches Nationalmu-seum
de Munich.
En el siglo XVIII
A pesar del gran cambio de mentalidades
que supuso la llegada a la Corona española de
la hasta entonces dinastía rival francesa de Bor-bón,
de los grandes cambios que introdujo Feli-pe
V en el Ejército y de la imposición, por primera
vez, de modelos y colores de banderas para los
regimientos de Infantería y Artillería, el aspa fue
indiscutida y conservada “por ser el estilo de mis
tropas”5 .
El aspa también formaba la parte principal de
los emblemas de algunos regimientos de Caba-llería
–como Farnesio- y Dragones –como Carta-gena-
y, por ello, fi guraba en sus respectivos es-tandartes.
La ignorancia del signifi cado militar
del aspa. 1820
Tras pasar más de un siglo, y consecuente-mente
con el nuevo pensamiento político liberal
surgido en la Guerra de la Independencia (1808-
1814), el 16 de septiembre de 1820 se presentó a
las Cortes un proyecto para modernizar el Ejército
que, entre otros muchos cambios, suprimía las an-tiguas
banderas reales y establecía unas nuevas
de los colores nacionales rojo, amarillo y rojo. El
Trienio Liberal concluyó y el cambio no fue apro-bado.
Aunque faltaba madurez y moderación al
proyecto, el cambio de las banderas era lógico
porque, gracias al auge del pensamiento consti-tucional,
el Ejército estaba iniciando su evolución
desde ser ‘real’ a ser ‘nacional’.
Abril - 2020 Armas y Cuerpos Nº 143 57