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Maniobras. 1990. Compañía 04. Foto Luciano Ibáñez
de servicio, pero con las mujeres hubo que impro-visar
sobre la marcha. Según refi eren el general
Bayo y el coronel Herrera con la primera promo-ción
de mujeres aprendieron mucho y aquel pri-mer
periodo de instrucción se llevó con total pro-fesionalidad,
de lo que se sienten muy orgullosos
y satisfechos de saber que aquellos “aspirinos”
conservan un grato recuerdo de su paso por la
AGM.
El coronel Herrera refi ere que en los tres meses
que permanecieron en la AGM las primeras muje-res
recibieron clases de formación militar, educa-ción
física, paso de pista de combate, aprendie-ron
a manejar armas de fuego, a lanzar granadas
y a convivir en una comunidad bastante cerrada
en la que no queda casi tiempo libre para uno y,
fi nalmente, juraron bandera y se fueron a las aca-demias
correspondientes de Madrid para salir te-nientes
en julio de 1989. Además, se implicaron
en diferentes actividades académicas, como el
“asalto a la escalera del cañón”, como recuerda
la teniente coronel médico Pilar Hernández Fru-tos.
También aprendieron a cumplir con las nor-mas
de régimen interior y las de educación mili-tar,
así como asumir la importancia de practicar
los principales valores morales y militares. La mu-jer
tiene otra mentalidad y se hicieron a la idea
bastante bien y rápidamente.
La Revista Armas y Cuerpos
La revista Armas y Cuerpos nº 50 recogió la
noticia de la entrega de sables el día 5 de no-viembre
de 1988 a los cadetes de la XLVIII pro-moción
y a los de las Academias de Servicios, y
la posterior presentación a la Virgen del Pilar: “Y
en este año, también en su condición de Damas
a las seis cadetes incorporadas en sus respectivas
promociones de las academias de Servicios. Da-mas
que serán por lo tanto de condición exquisita
y caballeresca, no reñida con su sexo femenino y
que ahora, al incorporarse de pleno derecho a la
gran familia militar, asumen gallardamente dicha
condición”. El autor del artículo comentaba que
“la presencia de las Damas Cadetes fue la apa-rente
novedad del acto de entrega de sables del
presente curso 88-89. Aparente novedad para
quienes presenciaban el acto, pero no para los
protagonistas…”. La jura de bandera de aque-lla
promoción tuvo lugar el 21 de diciembre, 186
cadetes de la XLVIII promoción y 40 cadetes más
6 damas de las Academias de los Cuerpos de
Defensa y del Ejército, que como refi ere la revista
“habían unido sus voces para refrendar un com-promiso
que rubricaron después con el beso a la
Bandera”, y tras la jura se realizó la entrega de
nombramientos a los cadetes “y por primera vez
en la larga historia de este Centro de Enseñanza
y en nuestro Ejército a las Damas Alféreces Cade-tes.
Hecho que refl ejó en su alocución el Gene-ral
Director indicando que su presencia “es claro
testimonio de un derecho y deber constitucional,
refrendado en unas capacidades personales de-mostradas”.
Y el 13 de julio de 1989 recibieron
los despachos de teniente los componentes de
la XLIV promoción y los de las Academia de los
Cuerpos de Sanidad, (medicina, veterinaria y far-macia),
entre los que estaban las primeras muje-res
y el Príncipe de Asturias D. Felipe de Borbón,
por lo que fue muy especial1.
42 Armas y Cuerpos Nº 143 ISSN 2445-0359