La dama cadete Mª José Blázquez jurando Bandera
Primera dama cadete de armas en la
AGM
La primera mujer que ingresó en el Cuerpo Ge-neral
fue Mª José Blázquez, que se incorporó el 1
de septiembre de 1990, a la L Promoción, pero
con una diferencia con sus predecesoras, ella ve-nía
del bachiller con 18 años e iba a estar sola
como alumna. Fue encuadrada en el 1º Bata-llón,
que mandaba el teniente coronel Faustino
Vicente, y a la sección que mandaba el capitán
Félix Allo Flores para que fuera su tutor. La dama
fue alojada en el edifi cio “Hidalgo de Cisneros”,
porque tenía camaretas individuales, y los servi-cios
higiénicos eran únicamente para ella. El co-ronel
Allo recuerda que, ante la llegada de la pri-mera
alumna para el Cuerpo General, se planteó
entre los mandos que se debería de actuar como
con las primeras mujeres que ingresaron, tratarla
como a un alumno más y a la hora de referirse a
ella debían de evitar llamarla por su nombre, sino
por el apellido, como al resto de alumnos. Como
existía experiencia previa, la mayoría de los pro-blemas
ya estaban solventados, aunque hubo
que diseñar un uniforme gris de trabajo con falda.
En este sentido, la comandante Lourdes Eito, que
ingresó en 1997, con la LVII promoción, recuerda
que les dieron la falda gris, pero que nunca la
utilizaron, siempre fueron con pantalón y zapato
plano. Lo que más les preocupaba no eran sus
capitanes, sino las pruebas físicas.
Otro problema con la dama, fue de tipo orga-nizativo,
ya que al distribuir a la sección por bino-mios,
el de la dama Blázquez fue un compañero,
que no representaba mayor problema que el de
compartir la tienda “Aneto” en maniobras. En
principio se les dio una tienda a cada uno, para
evitar que tuvieran que dormir juntos, pero esa so-lución
solo valía cuando el equipo se transporta-ba
en vehículo, ya que cuando había que cargar
con él, llevaban una tienda para compartir. Esta
circunstancia planteó algún problema, ya que
había profesores a los que no les parecía ade-cuado,
sobre todo por el cadete.
El coronel Allo refi ere que tuvo constantes reu-niones
con la dama Blázquez, pero ella nunca se
quejó de que estuviera sufriendo novatadas, aun-que
al terminar el curso se enteró de que algunos
compañeros sí que se las habían gastado, pero
como eran cosas que ocurrían en la camareta,
no eran fáciles de controlar. La dama Blázquez
no tuvo buen ambiente al estar sola, a diferen-cia
de lo que ocurría con las damas de Cuerpos
Comunes, que eran varias y se apoyaban. Según
comenta el coronel Allo, Mª José Blázquez tuvo
mucho mérito al soportar la vida académica sin
compañeras, ya que el único momento en el que
estuvo con otras alumnas fue en el campamen-to
de Mª Cristina, ya que la alojaron en la tienda
modular de las damas de la compañía 04. Los
profesores intentaron que el trato fuera igualita-rio,
sin deferencias ni paternalismo, además ella
tenía muy claro que quería ser ofi cial del Ejército y
recibir el mismo trato que sus compañeros, que es
lo que todas las mujeres que han ingresado en las
FAS han expresado constantemente. La dama
Blázquez era una persona fuerte y lo demostró en
las maniobras, realizando el mismo trabajo que
todos sus compañeros.
La portada de la revista Armas y Cuerpos 58
fue la foto de la DC. Blázquez jurando bandera e
incluyó una entrevista en la que, entre otras co-sas
dijo, “que el primer día lo pasé fatal, no sabía
qué hacer, donde ir, qué decir…Recuerdo que el
primer día me dormí a diana y tuvieron que venir
a despertarme a la camareta”. Sobre el periodo
en Mª Cristina comentó que tuvo momentos ma-lísimos,
con algún lloro, lo peor fueron los pasos li-geros
y la dureza de la gimnasia, porque tuvo pro-blemas
con las rodillas, y los ratos buenos fueron
en la tienda de campaña o cuando iba de mar-cha
charlando con sus compañeros. También le
preguntaron si se había quedado muy sola cuan-do
se fueron las damas de Cuerpos Comunes y
ella dijo que no, que tenía a sus compañeros de
sección que le ayudaban en lo que necesitaba.
Cuando salía a Zaragoza tenía la impresión de
que la veían como a un bicho raro y que la gente
se volvía a mirarla. Sobre lo que signifi caba ser
Abril - 2020 Armas y Cuerpos Nº 143 43