DEL GRITO DE DOLORES AL PLAN DE IGUALA... 115
Las diversas y contradictorias fases de la contienda independentista
en Méjico
En vísperas del comienzo de los movimientos que conducirían a la independencia
política de los estados de la América Latina, a principios
del siglo XIX, el virreinato mejicano era sin duda la más importante
de las posesiones de España. Su población alcanzaba los seis millones de habitantes
–formada por unos 15.000 españoles peninsulares, algo más de un
millón de criollos, 1.300.000 mestizos y el resto indios, estos en diferentes
grados de asimilación o integración–.
La capital, con 160.000 habitantes, era la mayor de la América española,
y una gran ciudad incluso para los criterios europeos del momento. Los
ingresos anuales de su hacienda eran unos catorce millones de pesos y los
gastos alrededor de seis millones; del resto, la mitad, por término medio, se
utilizaba para enjugar el déficit de provincias periféricas del virreinato: Cuba,
Puerto Rico, Florida, y hasta su retrocesión a Francia en 1801, Luisiana2.
Las fuerzas armadas virreinales, como las de los demás territorios
americanos, estaban formadas por unidades veteranas, de la milicia provincial
y urbana, además de algunas formaciones peculiares destacadas en las
zonas fronterizas.
Las consideradas como veteranas eran los regimientos de infantería
de la Corona, Nueva España, Méjico y Puebla, a dos batallones cada uno, el
batallón Fijo de Veracruz y las compañías fijas afectadas a la guarnición de
los puertos y bases navales de Acapulco, San Blas y el Carmen; de caballería
había tres regimientos de dragones, España, Méjico y el Carmen.
Eran estas unidades las únicas que se encontraban a un nivel próximo
al de plena operatividad al comienzo de la revolución; con un aceptable nivel
de entrenamiento, contaban con una proporción de peninsulares entre su
tropa de alrededor del diez por ciento –ninguna unidad alcanzaba el treinta
que se consideraba idóneo en las de esta categoría–.
Las milicias provinciales o regladas eran siete regimientos de infantería,
igualmente a dos batallones, cada uno de éstos formado por cinco
compañías y con unos efectivos teóricos, en tiempo de paz de 825 hombres
y tras su movilización de 1.350; había además otros tres batallones y
dos compañías independientes3. Las fuerzas montadas pertenecientes a esta
2 Un peso equivalía a 20 reales, a un dólar americano y a la quinta parte de una libra esterlina.
Es difícil calcular su valor en monedas actuales, pero seguramente podría fijarse en
unos 23-24 euros de 2021.
3 Un inventario de las unidades de milicias en la etapa inmediatamente anterior a la contienda
en J. Albi, La defensa de las Indias. Madrid, 1987, pp. 94 y sigs.
Revista de Historia Militar, II extraordinario de 2021, pp. 115-148. ISSN: 0482-5748