EL EJÉRCITO ESPAÑOL EN LA EMANCIPACIÓN AMERICANA... 27
en 1814 por Fernando VII, que provoca el descontento de unos sectores que
lo manifiestan en escritos dirigidos al rey protestando por las prisiones que
se estaban produciendo y en demanda de la convocatoria de Cortes y del fin
de la represión contra los liberales (así se manifestaron tanto Juan Martín el
Empecinado como Flórez Estrada). Pero el rey mantuvo su línea de acción y
los que fueron marginados de la vida política, defensores de lo realizado por
las Cortes gaditanas, se vieron empujados a la clandestinidad, recurriendo a
la masonería y a las conspiraciones para tratar de derrocar el régimen absoluto
restablecido por el monarca empleando la fuerza23: el pronunciamiento
será la nueva forma de combatir el poder, en la que los militares tendrán un
claro protagonismo.
El restablecimiento de la paz provocó dos tipos de «protestas»: por
un lado, la que protagonizan los que al regresar a sus hogares los encuentran
destruidos y su familia desaparecida o con parte de sus miembros muertos,
no son capaces de adaptarse a la nueva vida en paz y se lanzan al monte dando
lugar a un bandolerismo de retorno, que mantiene la inseguridad social
y la inestabilidad en muchas zonas de la península24; por otro lado, están
aquellos militares que han ascendido por méritos de guerra desde los escalones
inferiores de la jerarquía militar, a pesar de los criterios estamentales
vigentes en la milicia; militares sin alcurnia familiar que comprobaban que
solo un cambio social podía permitirles seguir en sus puestos de primera
importancia al ver los procedimientos empleados en la desmovilización de
muchos efectivos que ya no eran necesarios al firmarse la paz; una situación
que inclina a bastantes militares hacia el liberalismo: son una manifestación
más de la crisis social, que con ellos se manifiesta en los pronunciamientos
durante el Sexenio Absolutista y que se han explicado sobre una documentación
más bien escasa.
23 «En tanto la masonería del Siglo de las Luces se caracteriza por su tendencia a promover
los principios filosóficos, su prolongación decimonónica experimenta un profundo proceso
de politización, que hará de ella –es lo único que parece probado- un simple centro
de reunión para los conspiradores liberales. Conspiración y masonería se convierten en
términos sinónimos una vez que esta pierda las imprecisas concepciones filosoficorreligiosas
que habían caracterizado su anterior existencia. El carácter secreto de la institución
masónica ofrece una organización ya constituida para los liberales, que sueñan con restaurar
la Constitución». Artola Gallego, Miguel, op. cit., pág. 610. Para la masonería, vid.
los «clásicos» de Ferrer Benimeli, José Antonio: Masonería española contemporánea.
Siglo XXI, Madrid 1980 y La masonería española en el siglo XVIII, Siglo XXI, Madrid,
1982; para el periodo en el que nos movemos, Morales Ruiz, Juan José: «Fernando VII
y la masonería española», en Hispania Nova, nº 3, 2003, págs. 74-92 y Martín, Luis P.:
«Masonería y la conspiración liberal (1814-1834). Los límites de un mito histórico», en
Trienio, nº 22, 1993, págs. 73-90.
24 Ese tipo de bandolerismo es analizado en Martínez Ruiz, Enrique: El bandolerismo español.
Catarata, Madrid, 2020,
Revista de Historia Militar, II extraordinario de 2021, pp. 27-50. ISSN: 0482-5748