194 MARÍA SAAVEDRA INARAJA
el interés de las élites limeñas. Lima, sin guarnición que la proteja, no lucha
contra San Martin. Por el contrario, el argentino logra con enorme facilidad
la jura solemne de la independencia del Perú, firmada por los principales
notables de la capital.
Nombrado Protector del Perú, San Martin había tomado como parte
de su proyecto estratégico los fuertes del real Felipe en septiembre de 1821,
tras la proclamación de la independencia el 28 de julio de ese año. El fuerte
fue tomado por los independentistas el 19 de septiembre. La situación del
Real Felipe fue cambiante en los cuatro años que duró la guerra de independencia
en el virreinato, tal como veremos.
Se van tomando decisiones de este nuevo gobierno, paralelo al del
virrey la Serna. Se abolieron privilegios, pero para contentar a los patricios
del Perú, que no querían perder sus prebendas, funda la Orden del Sol, como
se ha señalado anteriormente. San Martín se dedica a organizar un Consejo
de Gobierno, nombra ministros, entre los que se encuentra su mano derecha,
Bernardo de Monteagudo.
Para terminar con estos primeros sucesos provocados por la llegada a
Lima de San Martín, diremos que, una vez formado el Congreso Constituyente
del Perú en 1822, San Martín renuncia a su cargo de Protector, y deja
el gobierno en manos del congreso. El 20 de septiembre de 1822, el Congreso
asume el poder y nombra un Suprema Junta Legislativa, formada por tres
diputados. Además, en sus primeros días de gobierno, nombra beneméritos
de la patria a Bernardo de Tagle, José de la Riva Agüero y a Andrés de Santa
Cruz. Poco duró este gobierno: el 11 de mayo de 1823, los militares imponen
al congreso el nombramiento de Riva Agüero como presidente del Perú.
Esto no resuelve la situación de la ciudad, a la que llegan los realistas bajo
el mando de Canterac, haciéndose con su control el 13 de junio de 1823.
El 17 de julio de 1823 el congreso elige presidente de la república a
José Bernardo Tagle. Este nombra como vicepresidente a Diego de Aliaga.
Disputas internas, añadidas a la presión de la guerra, dividen las lealtades
entre Riva Agüero y Jose Bernardo de Tagle, y un congreso que fluctúa entre
Lima y Trujillo, según el avance de las tropas.
Mientras tanto, San Martín, consciente de que los ejércitos del norte y
del sur necesariamente han de negociar una solución única, acude a Guayaquil
a entrevistarse con Bolívar. El 26 de julio de 1822 tiene lugar la famosa
entrevista de Guayaquil, de la que no tenemos testimonios ajenos. Lo cierto
es que el republicano Bolívar y el monárquico San Martín no iban a llegar
a una solución conjunta. No solo por las diferentes formas de gobierno que
planteaban, sino porque el reino de Quito era causa de fricciones entre ambos
ejércitos. Aunque tradicionalmente había formado parte del virreinato
Revista de Historia Militar, II extraordinario de 2021, pp. 194-216. ISSN: 0482-5748