72 EMILIO DE DIEGO GARCÍA
medida la historia de México en el periodo 1821-1862 es la de su deuda
pública. En nuestro caso seguiremos los principales episodios de la cuestión
para España, con alguna referencia ocasional a otros países.
En las no fáciles relaciones hispano-mexicanas, el tema de la Deuda
fue complicándose, paulatinamente, con la entrada en escena de los tenedores
de títulos emitidos por el gobierno mexicano, bien fuesen súbditos
españoles, o de sus descendientes, que reclamaban los pagos pendientes.
Después de las quiebras de la Hacienda de México en 1827, 1832 y 1838
esa situación llegó a un punto en el que los tenedores de deuda interior
pensaron que la única forma de que el Estado mexicano cumpliera sus compromisos,
era involucrar a España. Se trataba de que la deuda nacional, que
se había reconocido en el tratado hispano-mexicano de 1836, fuese considerada
como deuda exterior y gozara de las mismas condiciones que ésta.
Las actuaciones en ese sentido comenzaron en 1841 y se incrementaron a
partir de 184319.
Para alcanzar el objetivo de recalificar la deuda hubieron de llevarse
a cabo las correspondientes negociaciones entre los representantes de nuestro
país y las autoridades mexicanas que, por diversos motivos, se dilataron
durante varios años. Al fin, el 17 de julio de 1847 se celebró la primera
convención, entre el representante mexicano Bermúdez de Castro y el español
José Ramón Pacheco. Unas circunstancias particularmente difíciles
para México en plena guerra con su vecino del Norte. El 13 de septiembre
siguiente las tropas de Estado Unidos entraron en Ciudad de México. En
tal coyuntura el gobierno de la república mexicana no tuvo más remedio
que aceptar las exigencias de España. La deuda con los acreedores españoles,
residentes en México, pasó a considerarse deuda extranjera; pero,
de inmediato, la falta de recursos impidió al gobierno azteca afrontar los
compromisos aceptados.
La paz entre México y Estados Unidos (Tratado de Guadalupe-Hidalgo
de 2 de febrero de 1848) permitió que se reanudaran las gestiones,
por parte española, en busca de un nuevo acuerdo. El gobierno mexicano
intentó dar largas al asunto. No obstante, al cabo de unos meses, se concluyó
un convenio que retocaba el de 1847; pero tampoco este acuerdo de
1848 prosperó. México rompió lo pactado y no entregó los correspondientes
19 Ver Payno, Miguel: México y sus cuestiones financieras con la Inglaterra, la España y la
Francia. Memoria que por orden del Supremo Gobierno Constitucional de la República
escribe… México, 1862. En 1841 los herederos de Pablo Ruiz de Bastida reunieron a
las autoridades españolas para que exigieran la liquidación del crédito pendiente, en las
mismas condiciones que el resto de los acreedores exteriores.
Revista de Historia Militar, II extraordinario de 2021, pp. 72-82. ISSN: 0482-5748