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184 dosier y después fue un escuadrón...
revista de aeronáutica y astronáutica / marzo 2022
la unidad. Se pasaban una batería de test para conocer
su personalidad, sus ilusiones, sus miedos, en general
todo aquello que pudiera indicar si contaban con la potencial
aptitud y disponibilidad para desempeñar unos
cometidos en una situación de riesgo y estrés elevado.
Como no podía ser de otra manera hubo personal al
que se rechazó y se le devolvió a Alcantarilla.
Posteriormente, los elegidos eran destinados a la
compañía de instrucción, donde comenzaban un duro
y técnico plan de entrenamiento, tanto paracaidista
como relacionado con la misión a desarrollar después
del salto, es decir, la parte de cazador.
Se hizo hincapié no solo en la instrucción del cazador
paracaidista, sino también en su vestimenta, su cuidado,
su apariencia y desde el primer momento que llegaban
a la base de Alcalá de Henares se les inculcaba
el espíritu de cuerpo, de compañerismo, de unidad.
La 1.ª Bandera de paracaidistas no solo fue una unidad
operativa, sino que también fue precursora de las
actuales funciones de experimentación o banco de
pruebas de nuevos sistemas de armas y material de suministro
a las unidades. En este sentido, en la unidad
se realizaron ensayos sobre nuevos modelos de paracaídas,
cestos de mimbre o de empaquetamiento para
realizar lanzamientos de carga, con medicamentos,
municiones, alimentos, etc. necesarios para abastecer
a una unidad en combate o aislada. Asimismo participó
en las pruebas de los diversos modelos de armamento
que a lo largo de la vida operativa tuvo la Bandera y sus
modificaciones para adaptarlo al salto, tipo de correaje,
arnés, atalaje, etc. En la Bandera incluso se diseñó,
fabricó y modificó el propio equipo de combate del
cazador paracaidista a través de la experiencia de los
saltos para llegar al fin a un modelo estándar.
La Bandera de Alcalá de Henares fue minuciosa en
llevar no solo su día a día sino también en sus informes
al Ministerio del Aire, así como en sus planeamientos a
la hora de realizar maniobras, ejercicios, etc. en los que
participó, sola o con otras unidades.
Por Alcalá de Henares pasó el primer uniforme mimetizado
en la historia del Ejército del Aire, se probaron
los diferentes modelos de fusil de asalto CETME,
la primera ración de campaña, el primer paquete de
cura individual, la primera cantimplora que incorpora
su botella, cazo y cubiertos, la primera bolsa sanitaria
paracaidista, la camilla sanitaria lanzable, etc. Es decir,
muchos elementos de dotación se probaron, modificaron,
estudiaron y documentaron en la 1.ª Bandera paracaidista
del Ejército del Aire.
Y se llega al mes de abril de 1953 cuando por Orden
del ministro del Aire, general González Gallarza,
se aprueba el cambio de denominación de la unidad, y
la que fuera conocida como 1.ª Bandera de Cazadores
Paracaidistas del Ejército del Aire, después de 17 años
de vida, pasaría a ser el 1er Escuadrón de Cazadores
Paracaidistas del Ejército del Aire.