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202 dosier el Escuadrón de Zapadores
revista de aeronáutica y astronáutica / marzo 2022
Aunque suene pretencioso, no todo el mundo puede
o se atreve a llamar a la puerta del EZAPAC. Si hay
una definición de «salir de la zona de confort» es precisamente
esa. Una vez que se llama y se entra, no todo
el que lo hace supera las diversas pruebas, sean retos
físicos o mentales, o una combinación de ambos. Porque
ahí aparece el personal que mantiene los altos estándares
de la unidad y primeros depositarios de la tradición
y la cultura de los zapadores paracaidistas: la Escuadrilla
de Instrucción.
El personal de instrucción es el encargado de recibir
al recién llegado y hacer la criba inicial, formando en los
valores y tradiciones a estos futuros operadores. El que
hagan bien su labor es fundamental para que el Ejército
del Aire pueda seguir contando como lo hace con
los zapadores. Durante muchos meses, da igual la hora
del día o de la noche, si llueve o hace sol, durante miles
de horas, los instructores se afanan en sacar lo mejor de
aquel que quiere permanecer en la unidad y convertirse
un día en boina verde. Su trabajo es, a veces, muy ingrato
y poco reconocido, pero sin ellos no habría EZAPAC.
Con guante de seda, unas veces, con guante de hierro,
en otras, dan forma a un tipo de militar que creerá firmemente
en que, como a mí me decía uno de aquellos
suboficiales, «lo difícil se hace y lo imposible se intenta».
El soldado, que empieza con lo más básico en cuanto
a medios y procedimientos, va evolucionando hasta
llegar al final de su instrucción manejando equipo de
lo más variado y tecnológicamente avanzado. En condiciones
normales, si llega a estar presente en la entrega
de su boina verde, un acto tremendamente emotivo por
lo que cuesta conseguirla, este nuevo zapador estará
en disposición de seguir su formación con un espíritu
inquebrantable. Valgan estas líneas para mostrar mi
admiración, respeto y gratitud por todos aquellos instructores,
muchos con años a sus espaldas y experiencia
en cantidades industriales en equipos operativos, que
han entregado su esfuerzo y tesón para que todos sigamos
creyendo en ese «noble ideal» que aparece en
nuestro emblema.
La misión de asistencia militar en Senegal ha sido un auténtico éxito
del modelo SAO español
El plan de instrucción para ser zapador paracaidista es, sin duda, el más duro y exigente del Ejército del Aire