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revista de aeronáutica y astronáutica / marzo 2022
cine, aviación y espacio 233
magníficos MiG de fabricación soviética,
algo que en el país occidental fue
de sobra conocido.
Adicionalmente, en 1955, año de
estreno de la película, la Asociación
de la Fuerza Aérea promovió la anulación
del consejo de guerra de
Mitchell.
WILLIAM LENDRUM MITCHELL: EL
PROFETA DE LA AVIACIÓN
Hijo de un Senador norteamericano,
Mitchell nació en Niza durante un viaje
familiar a Francia. A pesar de ser admitido
en la Universidad de Columbia,
Mitchell se alistó al Ejército de los
Estados Unidos al cumplir los 18 años
de edad, participando en la Guerra
Hispano-Estadounidense y en la posterior
Filipino-Estadounidense como
miembro de una unidad de contraguerrilla.
No obstante, rápidamente acabó
en el Cuerpo de Señales del Ejército
de los Estados Unidos gracias a la influencia
de su padre. Ya en 1906, como
instructor del Cuerpo de Señales,
predijo que la guerra del futuro sería
aérea. Fue uno de los primeros que vieron
a los hermanos Wright volar y rápidamente
recibió clases de vuelo en
1908. Durante la Guerra Ruso-Japonesa
Mitchell se convenció de que el conflicto
con Japón era inevitable en el futuro
y ya en 1913 solicitó abiertamente
que la entonces División Aeronáutica
del Cuerpo de Señales se constituyese
como un ente independiente.
Durante la Primera Guerra Mundial
Mitchel volaría rápidamente a Francia,
donde se encargaría de crear una
oficina para la Sección de Aviación,
coordinando con éxito una de las primeras
operaciones con componente
tierra-aire de la Historia: la Batalla de
Sant-Mihiel.
Volvería de Europa con medallas
honoríficas y siendo considerado por
los europeos como el mayor experto
en guerra aérea del momento. Pero en
Estados Unidos las cosas eran diferentes,
ya que la Armada disolvería su rama
aérea en 1919, cuestión que revertiría
posteriormente el entonces Secretario
de la Marina Franklin D. Roosevelt.
Esto llevó a Mitchell a los primeros altercados
serios con sus superiores del
Ejército y la Armada, que se vieron agravados
por unas pruebas de hundimiento
del Ostfriesland, un navío de guerra
alemán capturado tras el conflicto. Las
fricciones fueron en aumento debido
fundamentalmente a la convergencia
del entusiasmo de Mitchell y de la brutal
reticencia del Estado Mayor norteamericano
hasta producirse el consejo
de guerra que relata la película. Tras él
fue condenado a abandonar el servicio,
algo a lo que Mitchell no volvería.
Dedicó su vida posterior a hacer promoción
de la Fuerza Aérea y la necesidad
de convertirse en un Ejército
independiente dentro de los Estados
Unidos. También fue un entusiasta de la
seguridad en vuelo, algo a lo que hasta
entonces no se le prestaba demasiada
atención. En 1932 se reuniría con el ya
presidente Roosevelt, que se interesó
enormemente por sus ideas, aunque
Mitchel moriría en 1936 sin ver ninguna
de sus predicciones cumplidas.
No fue hasta después que su muerte
cuando se le rindió el homenaje que le
correspondía, desde ponerle su nombre
a un bombardero, el B-25, hasta la
condecoración con varias medallas, entre
ellas la de Oro del Congreso de los
Estados Unidos de América; pasando
por diversos hitos como la anulación de
su consejo de guerra o su ascenso póstumo
a general de división. n
Billy Mitchell durante su juicio.
(Fotografía: Archivos del Ejército de
los Estados Unidos)
Billy Mitchell. (Fotografía:
hystory.net)