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200 dosier el Escuadrón de Zapadores
revista de aeronáutica y astronáutica / marzo 2022
Además del rol SOALI (CAS, CCT y PR), el EZAPAC es
capaz de ofrecer, de manera sobresaliente, la capacidad
de llevar a cabo las misiones clásicas de operaciones
especiales: acción directa, reconocimiento especial y
asistencia militar. En este último caso, la unidad ha tenido
la fortuna de ser elegida para efectuar misiones de
este tipo más allá de nuestras fronteras. Si bien ha habido
ejercicios anuales tipo Flintlock en África, organizados
por los Estados Unidos, donde se buscaba instruir
a fuerzas locales y allí el EZAPAC ha podido enseñar sus
dotes para la instrucción a otras naciones, de manera
continuada. Especialmente ha habido dos casos, uno
en Senegal y el otro ya mencionado en Bagdad. Estas
operaciones lo que buscan es que las propias fuerzas
locales se hagan cargo de la lucha contra el terrorismo
o contra el crimen organizado en sus propios países,
buscando, como objetivo secundario, el ser capaces de
interoperar con nuestros propios elementos aéreos, en
el caso de Senegal, o con los de la Coalición, en el iraquí.
La experiencia proporcionada por el Escuadrón y la
propia adquirida al desarrollar la misión en ambientes
tan lejanos, con medios locales y climas diversos, ha supuesto
un auténtico espaldarazo a la manera de trabajar
tan abnegada y profesional del zapador paracaidista.
¿POR QUÉ SUCEDEN LAS COSAS?
En este sentido, es impensable comprender lo que es
hoy la unidad de operaciones especiales del Ejército del
Aire sin saber de dónde viene, tal y como se ha explicado
en páginas anteriores. El trabajo incansable de los que
nos precedieron y la ilusión, motivación y deseo de servir
de los que han tomado el relevo han conformado un
escuadrón moderno, profesional, técnico, todo tiempo y
todo terreno, acostumbrado a trabajar en entornos conjunto
combinados muy exigentes y, especialmente, con
una experiencia en operaciones reales espectacular.
Lo más visible son los equipos operativos, sin duda. Es
lo principal que ofrece el EZAPAC al mando, de tal manera
que los pueda emplear con la confianza de que cumplirán
la misión que se les encomiende. Estos oficiales,
suboficiales y militares de tropa se entrenan y ejercitan
cada día para ser los mejores en su trabajo, con una mentalidad
aeronáutica fuera de lo común, pues el entorno
principal del zapador paracaidista es el medio aéreo,
aunque no el único.
La instrucción en el EZAPAC es continua y se inculca
desde que se accede a la unidad, da igual el empleo o la
procedencia. Como dice una de nuestras consignas, «Paracaidista,
aquí no importa de dónde vengas, ni lo que
hayas sido antes de llegar. Aquí sólo importa lo que eres y
lo que serás». Porque siempre hay algo en lo que mejorar
y gente de la que aprender en el escuadrón. La formación
es constante, los cursos a realizar innumerables. Recuerdo
cuando llegué al EZAPAC que el entonces jefe, teniente
coronel Carrillo, me dijo algo que en ese momento me
extrañó pero que no puedo sino corroborar: un zapador
tarda de media cinco años en formarse desde que llega.
Yo me atrevo a decir que se quedó corto, y es que tras mi
paso por allí creo que nunca dejas de formarte, reciclarte
y de aprender de los mejores.
Si en el anterior artículo veíamos la institucionalización
y la periodicidad de diversos ejercicios internos, en el
siglo XXI se perfeccionan incluso más. Sin ese entrenamiento
constante, sin esa voluntad por mejorar, no hay
unidad de operaciones especiales que sobreviva. En este
caso, aparte de la instrucción física dirigida diaria que
todo el personal realiza, hay una serie de ejercicios periódicos
de muy alto nivel que, especialmente los equipos
El EZAPAC se adiestra en cualquier terreno