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enfoque militar internacional dosier 273
Desde el principio, el JAPCC forma parte de este grupo
y contribuye con la experiencia acumulada por el centro.
En 2019, el grupo de trabajo se centraba sobre todo en
la lucha contra los drones de la categoría baja, lenta y
pequeña. Sin embargo, en el JAPCC se piensa que este
enfoque se ha fijado de forma demasiado concreta y solo
aborda una pequeña parte de todo el problema.
El enfoque no debe limitarse solo a los drones LSS y
perder de vista el problema en su conjunto. Para ampliar
la visión a todo el espectro a la hora de contrarrestar los
UAS y los drones, el JAPCC inició un estudio que dio lugar
a la publicación del libro A comprehensive approach to
countering unmanned aircraft systems. Este libro recoge
la experiencia de un grupo de 36 expertos que aportaron
múltiples perspectivas de las diferentes ramas y servicios
militares, así como de los responsables jurídicos, fuerzas
del orden, industria de defensa contra los drones y del
mundo académico.
Protección de la infraestructura crítica
El punto central para el JAPCC es la
protección de la infraestructura crítica,
ya sea una base militar, un aeródromo
o incluso fuerzas en movimiento. También
podría ser un edificio gubernamental,
una planta de generación de
energía o una instalación de tratamiento
de agua.
Los drones LSS, así como sus operadores,
deben estar muy cerca de su
objetivo para ser eficaces, ya que están
limitados en cuanto a alcance y comunicaciones.
Muchos de los sistemas
contra UAS disponibles, actualmente,
tienen como objetivo defenderse solo
revista de aeronáutica y astronáutica / abril 2022
contra el dron en sí, y no ofrecen
una capacidad para identificar
al operador o su ubicación.
Por lo que incluso en esta configuración
tan básica de un
dron y su operador, el 50 % de
la ecuación ya está descuidada
por una buena parte de los sistemas
contra UAS.
La amenaza de los drones
bajos, lentos y pequeños se reconoce
principalmente como
un problema de protección de
la fuerza y éste es el principal
ámbito de aplicación de la mayoría
de los productos de las industrias
de defensa disponibles
actualmente.
En cambio, contrarrestar los sistemas no tripulados de
mayor tamaño se considera normalmente una tarea de
defensa aérea. Estos UAS pueden operar a altitudes de
hasta 30 000 pies, y en algunos casos incluso superiores.
La sección transversal de radar de estos UAS es comparable
a la de cualquier otra aeronave tradicional, lo que
significa que pueden ser detectados y atacados por casi
cualquier sistema de defensa aérea y de misiles.
Sin embargo, el armamento moderno tierra-aire no es
barato y está realmente diseñado para atacar objetivos
de alto valor. Los UAS de bajo coste pueden invertir rápidamente
la relación coste-beneficio de la defensa aérea
y antimisiles tradicional y hacer que los sistemas actuales
sean ineficientes. Si imaginamos futuros grupos o incluso
enjambres de UAS, es posible que veamos un regreso
de los sistemas de artillería antiaérea y defensa aérea de
corto alcance, que lamentablemente ya han sido desmantelados
en algunos países de la OTAN.
Proyecto Propulse francés
Libro C-UAS del JAPCC