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306 mientras Europa hacía poesía, aquí inventamos el submarino
Mientras Europa
hacía poesía,
aquí inventamos
el submarino Joaquín Gironella Coll
Académico y Miembro de la Aerospace
Medical Association
Esta es más o menos la frase que vi escrita, hace ya algunos años, sobre una fotografía enmarcada
en un salón de un hotel en la ciudad de Figueras, que me es imposible recordar, y que agradecería
enormemente si alguien pudiera volvérmela a resituar.
revista de aeronáutica y astronáutica / abril 2022
Encontré la expresión fascinante,
produciéndome al instante un fuerte
impacto emocional que alivió esa
perversa sensación de perder siempre
con las comparaciones.
Más que una oculta sensación, es
una realidad psicológica semiconsciente
que se ha ido gestando a lo
largo de muchos años en nuestras
mentes, en forma de un sentimiento
colectivo de inferioridad, que percibe
siempre como mejor o deseable
lo que viene de fuera. Una forma negativa
de pensar que ha ido tejiéndose,
lenta e inexorablemente, en
la mente de muchos españoles a lo
largo del tiempo.
La frase fue catártica, con un potente
efecto terapéutico añadido. Mi
mente se iluminó con lo escrito en el
margen inferior de la fotografía. La
expresión me pareció genial, retadora,
apocalíptica en su acepción de
«revelación», «quitar un velo», en un
escenario donde aparecen numerosos
personajes y hechos a los que no
hemos dedicado ni nuestro tiempo
ni nuestra atención. Casi podría decirse
que lo hemos colocado en un
apartado de nuestra memoria similar
al baúl de los recuerdos.
Aunque cronológicamente, el primero
en concebir el submarino fue
el riojano Cosme García, el inventor
más renombrado es el ampurdanés
Monturiol, creador del primer buque
submarino con motor a vapor y que
navegó por el fondo de las aguas del
Mar Mediterráneo en las cercanías
de Barcelona y Alicante. ¡Nada menos
que en 1859!
No acabaron aquí los inventos
subacuáticos españoles. Mientras
el resto de la convulsa Europa hacia
poesía purificadora para superar
sus cuitas aquí seguíamos en modo
creador.
A estos primeros sumergibles se le
añadirá el primer submarino torpedero
eléctrico, inventado por Isaac Peral,
y que revolucionó la navegación submarina.
El buque fue botado en 1888
en Cartagena. Para situarnos cronológicamente,
Alemania no dispuso de
submarinos hasta la primera guerra
mundial, casi cuarenta años después.
Otros muchos personajes del malogrado
siglo XIX español podrían figurar
con letras de molde dentro del
grupo de grandes científicos. Dejando
a muchos de ellos en el tintero,
N. Monturiol, pionero de la navegación submarina con el Ictineo