156 ARMANDO DE LUCAS HURTADO-ACERA
También lo era el comercio. El gobierno de Tenochtitlán se apoyaba
en uno de los clanes de comerciantes conocidos como calpulli, cuyos miembros
se hallaban unidos en barrios y solían estar especializados en alguna
actividad profesional o artesanal.
El Náhuatl, la lengua franca que se hablaba en todos los territorios
controlados por Moctezuma, facilitaba esta prosperidad del comercio. Pero
los negocios no lo eran todo para los súbditos del emperador. “Por importantes
que fuesen los comerciantes, la supremacía de los mexicas en el valle
y más allá de este la habían ganado los soldados”, escribe Hugh Thomas en
su libro “La Conquista de México”. El historiador británico recuerda que los
guerreros mexicas eran tan belicosos que parecía que la guerra era más importante
para ellos que la agricultura, sin la cual habrían sido unos simples
cazadores recolectores. Fernando Cohnen23.
El Tlatoani24 de los mexicas había nacido en 1466 y desde 1502 gobernaba
Moctezuma el Imperio desde su capital, Tenochtitlán, rica ciudad
situada en una isla en medio de una laguna, habitada por aristócratas, funcionarios
y sacerdotes. Religiosísimo, siempre estaba atento a la voluntad de
los dioses expresada a través de prodigios y pronósticos oraculares.
«Según la mitología mesoamericana, Quetzalcóatl, la serpiente emplumada,
era la divinidad de la vida, la luz, la fertilidad y el conocimiento,
asociada al color blanco. Habiendo abandonado a la humanidad, prometió
regresar desde el oriente. A los ojos de los mexicas, los recién llegados
23 Fernando Cohnen. Periodista, Universidad Complutense de Madrid.
24 Huey Tlatoani: Es una expresión en náhualt, usada para denominar a los gobernantes.
Revista de Historia Militar, II extraordinario de 2020, pp. 156-178. ISSN: 0482-5748