208 ESTEBAN MIRA CABALLOS
El historiador estadounidense sostiene que en realidad no hubo tal
conquista de las huestes hispanas sino un enfrentamiento entre la Triple
Alianza tlaxcalteca y la Triple Alianza mexica. Una conflagración directa
entre dos viejos enemigos, Tlaxcala y Tenochtitlan. Asevera que la llegada
de las huestes les pareció a los tlaxcaltecas una gran ocasión para cambiar
el sino de los acontecimientos. Dado que Cholula y Huejotzingo, sus tradicionales
aliados, les habían abandonado uniéndose a los mexicas, ahora,
la llegada de los extranjeros suponía un reequilibrio de fuerzas. Por todo
ello minimiza el poder decisorio de Hernán Cortés y su hueste porque su
conquista fue el último capítulo de una confrontación entre dos alianzas.
En su opinión, el metelinense y sus hombres no fueron más que unos meros
aliados de los tlaxcaltecas, decisivos solo en contadas ocasiones. Por eso,
estos últimos engañaron a los españoles, sosteniendo que Cholula estaba en
la ruta hacia Tenochtitlan, algo que no era cierto. Y la matanza la protagonizaron
los tlaxcaltecas, siendo el metelinense y sus huestes prácticamente
testigos de vista33. Y sostiene asimismo que si los de Tlaxcala hubiesen querido
acabar con la hueste no habría quedado vivo ninguno34.
Eso sí, cuando interesa a su relato, sí que ve muy clara la iniciativa y
el control del metelinense. Por ejemplo en el asesinato de Moctezuma del
que responsabiliza directamente a Cortés y a sus hombres, al percatarse que
ya no le era de utilidad y que mantenerlo vivo significaba correr un riesgo
innecesario35. Pero los españoles lo ocultaron, culpando a los mexicas, porque
su asesinato cuestionaba la teoría defendida por los cronistas conquistadores
de la rendición de Moctezuma. En mi opinión no está totalmente claro
si murió a manos de su propio pueblo –una piedra o una saeta- o apuñalado
por los hispanos, aunque las fuentes apuntan mayoritariamente a la primera
opción. Pero el autor no aporta datos nuevos ni pruebas significativas más
allá de su teoría -poco fundamentada- de que Hernán Cortés tuvo la perversa
idea de diseñar un relato ficticio en el que Moctezuma II se rindió en su
primer encuentro, y de hacer creer a todos que la conquista se logró gracias
a su excepcional capacidad estratégica y diplomática. Resulta obvio que
existe un afán conductual a lo largo de toda la obra de restar poder decisorio
y capacidad al extremeño hasta convertirlo en un simple invasor con suerte,
que solo asumió la iniciativa a la hora de perpetrar algunas masacres.
La hipótesis de Matthew Restall me parece tan infundada como la
planteada hace pocos años por el profesor francés Christian Duverger cuando
le atribuyó la redacción de la Historia Verdadera de la Conquista de
33 Ibídem, pág. 264.
34 Ibídem, pág. 262.
35 Ibídem, págs. 283-284.
Revista de Historia Militar, II extraordinario de 2020, pp. 208-222. ISSN: 0482-5748