LOS AZTECAS ANTES DE 1519 25
lo terrestre y la sexualidad, en contraposición a los elementos masculinos
vinculados con la luz, el supramundo, lo seco y la vida.
En la sociedad mexica la consideración de la mujer variaba en función
de su clase social. Las nobles tenían una vida más confortable al disponer
de servicio para las tareas domésticas y hogares más cómodos. Podían
heredar tierras y divorciarse, pero su principal valor era el de trasmitir a los
hijos el poder de su linaje. Éste no era un aspecto menor en una sociedad
que practicaba la poliginia, ya que el linaje con más apoyos podía influir en
la elección de los herederos al trono.
Las jóvenes nobles eran utilizabas como moneda de cambio en las
alianzas políticas y cumplían una importante función en la expansión del
imperio, a través de los matrimonios de estado. El hecho de pertenecer a la
clase social más favorecida no evitaba que si transgredían la ley fueran castigadas
con más dureza que una ciudadana normal en temas tan sensibles,
para la sociedad mexica, como el adulterio, la homosexualidad y el aborto o
que fueran sacrificadas a Xochiquetzal, si la fiesta así lo requería7.
Fueran nobles o macehuales las mujeres mexicas debían ser recatadas
y honradas. El corazón del hogar, tal y como les recitaba la partera al nacer.
Evitar maquillajes, peinados y ropa llamativa, porque eso se relacionaba con
la prostitución. Aprendían diferentes tareas en función de los años que cumplían.
A partir de los cinco años les enseñaban a tejer, a hablar con respeto y
a caminar despacio, con la miraba baja.
Las mujeres comunes, aunque debían atender el hogar, tejer, cuidar
de los hijos y del larguísimo proceso de transformación del maíz para su
consumo en tortillas, en cierta medida disfrutaban de mayor libertad. Podían
desempeñar una serie de trabajos fuera del hogar como vendedoras de frutas,
de hierbas medicinales y de comida preparada en el tianguis o mercado.
También podía ser curandera, casamentera, partera y amanteca, especialistas
que trabajaban con plumas.
La prostitución no estaba bien vista en la recatada sociedad mexica,
aunque existía. Sobre todo, en el ámbito de los guerreros donde había un
tipo de prostitución “institucionalizada”8. En algunas fiestas está documentada
la presencia de prostitutas y homosexuales. Curiosamente y a pesar de
la rigidez social, no había leyes que penalizaran la prostitución. Era más una
condena social y una forma de control social, porque las relaciones sexuales
fuera del matrimonio amenazaban la transmisión patrilineal de la herencia.
7 DURÁN, Fray Diego: Historia de la Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme. Ed.
de Ángel María Garibay, Porrúa, México, 1984, 2 vols, I, Cap. XVI, pág. 155.
8 BUENO BRAVO, Isabel: “Doña Marina en la conquista de México”, en Mujeres en la
guerra y en los ejércitos, Ed. Catarata, Madrid, 2018, pág. 96.
Revista de Historia Militar, II extraordinario de 2020, pp. 25-60. ISSN: 0482-5748