LOS AZTECAS ANTES DE 1519 35
Hasta la llegada de los españoles, los mexicas tenían prohibido el
consumo de alcohol excepto los ancianos, los enfermos, las parturientas,
quienes trabajaban en tareas arduas y, naturalmente, los adultos que participaban
en la fiesta, que ese día aderezaban muy bien al dios en su templo y
ofrecíanle cosas de comida y cantaban y tañían delante de él. Y en el patio
de su cu ponían un tinajón de pulque, y henchíanlo los que eran taberneros
hasta reverter, e iban a beber todos los que querían; tenían unas cañas
con las que bebían. Los taberneros iban cebando el tinajón de manera que
siempre estaba lleno18.
También les gustaba bailar y aunque la sociedad mexica era muy estricta
con la moralidad, en las fiestas se relajaba, permitiendo beber y ciertos
bailes que Durán califica como “cosquilloso” por su sensualidad:
… había otro baile, tan agudillo y deshonesto, que casi tira al baile
de esta zarabanda que nuestros naturales usan, con tantos meneos y
visajes y deshonestas monerías, que fácilmente se verá ser baile de mujeres
deshonestas y de hombres livianos. Llamábanle cuecuechcuicatl, que
quiere decir “baile cosquilloso o de comezón”. En algunos pueblos lo he
visto bailar, lo cual permiten los religiosos por recrearse. Ello no es muy
acertado, por ser tan deshonesto19.
La religión marcadamente oficial se desarrollaba en un marco grandilocuente,
auspiciado por el gobierno. Los altos sacerdotes se encargaban de
intermediar entre los hombres y los dioses a través del ritual. Todos los ritos
y ceremonias venían marcados por el calendario lunar de 260 días llamado
tonalpohualli. Era la cuenta de los días y los destinos, donde los encargados
de su interpretación, los tonalpouhque, buscaban el nombre adecuado de
los recién nacidos y auguraban su destino, además de oficiar las principales
festividades del año, siempre relacionadas con las deidades que gobernaban
las regiones celestes, las aguas y el inframundo.
En la cosmovisión expresaron bellamente su idea del mundo y la representación
del binomio espacio-tiempo. En el origen de los tiempos una
pareja suprema, llamada Ometeotl, creó el universo. Esta pareja era al mismo
tiempo femenina y masculina, representando un aspecto inseparable
del pensamiento mesoamericano: el principio dual, que también se conoce
18 SAHAGÚN, Bernardino de: Historia General de las Cosas de Nueva España. Dastin,
Madrid, 2001, 2 vols, I, lib II, cap. 19, pág. 139.
19 DURÁN, Fray Diego: Historia de la Indias de Nueva España e islas de Tierra Firme.
Ed. de Ángel María Garibay, Porrúa, México, 1984, 2 vols, I, Cap. XXI, pág. 193.
Revista de Historia Militar, II extraordinario de 2020, pp. 35-60. ISSN: 0482-5748